¡Hola! Hace poquito os hice una reseña
sobre el nuevo juego de Voltage, hablándoos
de la mecánica, los personajes y mis
primeras impresiones.
Pues bien, ahora vengo con mis
opiniones tras leer el primer "libro"
y las continuaciones románticas
con los chicos.
Debéis saber que tendréis que leer primero el libro I: Dawn, dedicado a los primero 5 personajes:
Koga - Kuya - Ginnojo - Aoi - Yura
Tiene 45 capítulos en total, cada uno desbloqueado con una llave que obtendréis subiendo de nivel.
Una vez hecho esto, tendréis acceso al libro II, es decir, a la conclusión romántica de la historia, centrándose en uno de los 5 chicos anteriores. Desde el capítulo 46 al 67 más un Epílogo, disfrutaréis de la ruta del chico elegido, abriendo cada capítulo con una llave, como antes. Cada ruta tiene 2 ilustraciones.
LIBRO I: DAWN (SPOILERS)
Después del prólogo, donde nos presentan a la protagonista, su padre, cómo encuentra la vara de campanillas y descubre los fantasmas que azotan la ciudad y que ella tiene el poder de purificarlos, nos metemos de lleno en la historia. Aquí, Futaba comienza a tener sueños como de una vida pasada, donde había ayakashis a su lado. Entonces, descubre que tiene que encontrar a esos ayakashis de su pasado... más bien a sus reencarnaciones, puesto que eso fue hace 1000 años. Yura es el primero en dar un paso al frente y desvelar que él hizo un pacto con su antepasada, uno que todavía perdura (recordemos que tiene más de 1000 años y no se ha reencarnado). Sin embargo, con los demás no será tan fácil. Aunque sabe quiénes pueden ser gracias a sus sentidos mágicos, no todos los chicos están dispuestos a reconocer un pacto que hicieron en vidas pasadas hace tanto tiempo. Mientras tanto, el ejército ha secuestrado al padre de Futaba para evitar que haga lo que quiera, pues temen sus poderes. Los onmyoji fueron erradicados porque la gente normal no puede ver espíritus y no se fiaban de ellos. Así que Futaba, obligada a colaborar con el ejército, va aprendiendo del misterioso Aki, que resulta ser también un onmyoji.
A través de diferentes luchas contra los fantasmas y la gente poseída, Futaba va creando lazos más fuertes con los ayakashi y reforzando el pacto que los une. Esto será de vital importancia para aumentar sus poderes y poder purificar totalmente a los fantasmas. Sin embargo, Aki resulta ser más de lo que parecía y tener sus propios planes... usar un ritual para resucitar a su padre, usando a Futaba como sacrificio. Quiere vengarse del ejército, que usó y acabó con la vida de su padre y, para ello, secuestra a su vez al padre de Futaba y promete regresar a por ella en el momento adecuado.
LIBRO II: LOVERS
Cuidado, SPOILERS!
Cuidado, SPOILERS!
KOGA
Koga siempre ha sido una presencia tranquilizadora para la protagonista, que llega a decir que, cuando lo tiene a su lado, sonriendo, se siente capaz de gobernar el mundo. Siempre ha estado apoyándola, protegiéndola y, sin embargo, durante un tiempo (antes de completar el pacto) siempre pareció el más lejano. Hasta que no se da cuenta de que puede apoyarse también en los demás y confiar en ellos, Koga no es capaz de reconocer el lazo que los une con sus compañeros y considerarlos verdaderos amigos.
Durante su ruta, nos descubren algunos secretos. Sus padres murieron, pero se siente muy orgulloso de ser hijo suyo. Su padre era un soldado, a pesar de ser un oni, y ayudó mucho a la gente de la ciudad, razón por la cuál Koga siente un gran amor por ella y sus gentes.
Por otro lado, nos descubren que los oni, como raza, sufren de la llamada "carnicería", una afección incurable que los afecta a todos en algún momento y que los hace perder la razón, atacando a todos los que están a su alrededor y consumiendo su cuerpo hasta la muerte. Koga sufrió de esto en su juventud y mató al hermano de un niño al que hoy día quiere profundamente y al que ha protegido a lo largo de la historia del libro I. Para evitar que se active la "carnicería", lleva un tatuaje en el pecho a modo de sello. Sin embargo, él mismo puede activarlo atravesándolo con una espada, como hace cuando el grupo se enfrenta a Aki para desbaratar sus planes y recuperar al padre de Futaba. Cuando la batalla parece perdida, Koga no ve otra solución y entra en este estado berserker... aunque acaba atacando a sus compañeros una vez Aki huye. Kuya, amigo íntimo de Koga, procede a pelear con él y está decidido a matarlo "porque se lo prometió". Es decir, el propio Koga le pidió que lo matara si alguna vez perdía el control, para no volver a hacer daño a la gente que le importaba. Por supuesto, Futaba se niega a que esto suceda (no sólo por perder a Koga, sino por hacer que Kuya mate a su amigo) y logra calmarlo gracias a un amuleto que le fabricó y a sus propias palabras.
Esto parecía totalmente imposible, el que un oni recuperara la consciencia tras activar la "carnicería", así que Futaba le promete a Koga (en una escena maravillosa a la luz de la luna) que buscará la forma de curarlo y evitar que muera. Con el padre de Futaba a salvo y Aki desaparecido e incapaz de hacer su ritual, todo parece volver a la normalidad... solo que el ejército tiene también sus propios planes. Viendo el poder de Futaba, desean que pase a sus filas, pero para ello tendrá que abandonar su vida y dedicarse totalmente al ejército y sus órdenes. Tras tenderles una trampa y empezar a luchar, Aki aparece de nuevo y la protagonista trata de hacerlo entrar en razón y que abandone su sed de venganza, cosa que no logra. El comandante del ejército trata de matar a Koga con una espada especial, pero este vuelve a activar la "carnicería" y recuperar la cordura por sus propios medios, algo que deja a todos alucinados. El ejército finalmente accede a dejar en paz a Futaba y la vida vuelve por fin a la normalidad.
En el epílogo, vemos cómo Koga y Futaba han formalizado su relación amorosa tras todo lo acontecido y sabiendo que, incluso en sus vidas pasadas, significaron mucho el uno para el otro. No se rendirán en su búsqueda de una cura para Koga, pero seguirán viviendo sus vidas al máximo.
Mi opinión: la verdad, me esperaba bastante más, por lo menos en el campo "romántico". Es decir, estamos en las rutas específicas de cada chico, con la oportunidad de forjar una relación más íntima con ellos... pero resulta que, para mi gusto, se han quedado muy cortos, demasiado light. Y es que ¡no tenemos ni beso! ¡Ni en cg ni en escena ni en texto! El epílogo pedía a gritos una escena romántica a tope, pero lo máximo que conseguimos es un abrazo y ya está.
En realidad, esta ruta sólo tiene dos cgs, y sólo una de ellas muestra a la pareja. Así que gran decepción en esos aspectos.
A nivel de historia, pues ha sido interesante, porque hemos conocido mejor a Koga, su pasado y su presente y lo hemos visto en otras circunstancias y con otras reacciones diferentes al libro I. Así, podemos ver cómo confía mucho más en los demás e incluso en Futaba, a la que nunca dejaba hacer nada sola y sólo quería protegerla. También vemos su relación con Kuya y los demás, que también enriquece al personaje y su personalidad. Vemos cómo se va preocupando de Futaba de una forma diferente y de cómo esta se da cuenta, poco a poco, de que Koga significa más para ella que los demás, que no es sólo un compañero.
Mi escena favorita, sin lugar a dudas, es la que tenéis en la imagen de arriba, cuando Koga despierta de haber usado la "carnicería" la primera vez y habla con Futaba en el exterior, a la luz de la luna, haciéndose la promesa de buscar una cura. Es una escena super bonita, íntima y dulce, viendo perfectamente su atracción y el fuerte vínculo que han desarrollado.
De este libro I, Koga es mi personaje favorito y fue de los primeros que me llamaron la atención incluso mientras leía el prólogo. No estoy del todo satisfecha con su ruta o con el final (si hubieran puesto un beso en el epílogo, estaría mucho más feliz), pero eso no quiere decir que no me haya gustado.
GINNOJO
Aunque es muy callado y suele pasar desapercibido, Ginnojo es un compañero que siempre está ahí para dar la cara. Cuando la protagonista cree que su padre ha muerto a manos de Aki y Kagemaru, se deprime mucho y Ginnojo hace lo que puede para consolarla. Así, descubrimos que formó parte del Shinsengumi hace mucho tiempo, en un grupo especial de ayakashis que se hacían pasar por humanos. Tiene muy interiorizadas las enseñanzas del Shinsengumi y, aunque ya no queda nadie de sus compañeros y todos fueron vilipendiados y enterrados en el olvido por el gobierno posterior, a pesar de haber dado la vida por ellos, Ginnojo sigue viviendo con férrea determinación a no olvidarlos. Así, el compañerismo es muy importante para él y, aunque no lo exteriorice, confía en sus nuevos camaradas.
Ginnojo comienza a tener la sospecha de que el padre de Futaba sigue vivo y que Aki lo utilizará como moneda de cambio para que ella se entregue como sacrificio para su ritual. Sin embargo, no quiere decírselo hasta que no lo tenga claro, para no hacerle más daño. Así, cuando vuelven a enfrentarse a Aki, Ginnojo se enfrenta a Kagemaru (con el que tiene una muy mala relación), pero se contiene por el bien del padre de Futaba, quedando muy malherido y envenenado por Kagemaru, el ayakashi araña. Finalmente, logran hacer huir a Aki y rescatan al padre de Futaba. Después, Koga le dice a Futaba lo que Ginnojo ha hecho por ella y se siente en deuda y agradecida por su consideración, dándole las gracias cuando se ha recuperado.
La buena noticia, es que el ejército atrapa a Aki y la mala es que Kagemaru escapa. Esto hace que los ataques de los fantasmas se continúen, pues los planes de Aki no acaban porque esté entre rejas. La energía maligna acumulada cerca del sello del poderoso fantasma que quería liberar para resucitar a su padre sigue acumulándose y amenaza con liberarlo igualmente. Por otro lado, Ginnojo no ha perdido la pista a Kagemaru, quién ha estado contactando con los traficantes de opio (que hacían que la gente se volviera más débil mentalmente y así fueran poseídos por los fantasmas) Ginnojo ha contado con la ayuda de Kuro y sus contactos con el circo. Futaba tampoco ha dejado de moverse, aunque su padre ya esté a salvo, y quiere seguir usando su poder para proteger la ciudad. Ginnojo no quiere ponerla en peligro, por lo que ha estado actuando solo, lo que cabrea bastante a Futaba, quién al final lo convence de que ella también tiene una razón para luchar a su lado.
Sabiendo que el sello se romperá en algún momento, deciden actuar antes y acabar con el fantasma antes de que haga destrozos. Ginnojo se va por su lado a luchar contra Kagemaru, junto a los hombres del ejército. Ambas luchas terminan en éxito, aunque tanto Kagemaru como Aki logran escapar. Sin embargo, han logrado poner fin al tráfico de opio, lo que es una gran victoria. Una vez calmada la ciudad, Ginnojo pide a Futaba que vaya con él para devolver la foto que siempre ha llevado consigo y que el mismísimo Hijikata le dio. Quiere dársela a sus familiares, tal como él le pidió antes de morir. Es un momento importante para él, pero Futaba sigue pensando que la ve como una compañera, dándose cuenta de que desea ser algo más. Sin embargo, Ginnojo y ella acaban confesando sus verdaderos sentimientos y comenzando una relación.
En el epílogo vemos cómo Ginnojo se preocupa porque no sabe cómo tratar a Futaba y teme estar haciendo cosas que la incomoden, cuando ella misma también busca su cercanía y su contacto.
Mi opinión: aunque Ginnojo entra de la categoría "estoico" que no suele gustarme demasiado, tengo que admitir que me conquistó con su torpeza con las mujeres, por cómo se sonrojaba y no sabía qué hacer por los gestos más nimios. Me sorprendió bastante su conexión con el Shinsengumi, pero me gustó mucho cómo trataron el tema. Su forma de combate, donde le aparecen las escamas en la piel y sus poderes de agua también me han gustado mucho. Además, su diseño me llamó la atención y siempre he creído que tiene unos ojos super bonitos, como el dragón azul de Akatsuki no Yona XD
Después, Ginnojo siempre se preocupa de Futaba, aunque no siempre lo hace de frente y llevándose la gloria, lo que no le quita ni pizca de mérito. Sin embargo, esto también resulta en que prefiere hacer ciertas cosas solo para no poner en peligro a sus seres queridos. Esto es porque no quiere que se vuelva a repetir lo que ocurrió con el Shinsengumi y no quiere perder a sus querido amigos.
Esta ruta me ha gustado menos que la de Koga, porque apenas vemos interacciones románticas entre Futaba y Ginnojo. Siendo como es tan tímido e inexperto con las mujeres, no han sabido explotar esa faceta, que podría haber dado muchas escenas tiernas y adorables. Es verdad que al principio, cuando Ginnojo trata de animarla cuando cree que su padre ha muerto, se ve el vínculo y la conexión que están profundizando... pero poco más. Otros personajes apuntan que Ginnojo se siente extrañamente a gusto con Futaba a pesar de no saber tratar a las mujeres en general, pero eso no me ha valido como excusa para no aprovecharlo y hacer una o dos escenas con él avergonzándose o sonrojándose por contacto o conversaciones con Futaba. Es verdad que la final se arregla y nos dan dos capítulos super tiernos donde ambos comienzan a verse más como pareja que como compañeros. Aquí sí que vemos al Ginnojo adorable que se sonroja y no sabe muy bien cómo actuar con las mujeres. Si hubiera habido algunas pinceladas más de esto en la historia, creo que habría sido estupenda. La confesión de amor entre ambos ha sido tierna, algo torpe, pero adorable y me ha llenado más que la Koga.
Por otro lado, no vemos realmente el final de las luchas de Ginnojo con Kagemaru, pues se enfrentan dos veces y las dos escapa el ayakashi araña (de lo que nos enteramos después, cuando todo ha pasado ya). Además, el momento emotivo e importante para Ginnojo cuando va a devolver la foto con Futaba tampoco nos lo cuentan, pasando directamente a la confesión de amor. Han sido estas lagunas las que me han dejado más descontenta, siendo momentos importantes para Ginnojo en su vida. Sin embargo, sí vemos claramente cómo ha pasado página de su pasado y ha encontrado otros camaradas junto a los que luchar y en quienes confiar. No olvidará nunca al Shinsengumi (de hecho Futaba le dice que escriba un libro sobre su experiencia y decide hacerlo), pero ahora podrá volver a mirar al futuro con esperanza y gente junto a la que luchar para hacer un mundo mejor.
En esta ruta, también, las ilustraciones no son demasiado románticas, a excepción de la última, pero donde sólo se cogen de las manos. Eso sí, tengo que reconocer que el color es soberbio y, nuevamente, estoy enamorada de los ojos de este chico.
AOI
Aunque puede parecer arisco o desagradecido a veces, Aoi es en realidad muy observador y amable con la gente de su alrededor. Esconde este lado tierno tras aparente desinterés y frases algo bruscas, pero no dudará en dar la cara y ayudar a sus amigos cuando estos le necesiten. Al principio no está muy de acuerdo con la llegada de Futaba o con su contrato en otra vida, pero es de los primeros en aceptarlo y entregarse a la misión.
La razón de que no querer usar sus poderes es porque comenzó a ver la oscuridad que había en los corazones de las personas y llegó a la conclusión de que todo el mundo, sin importar lo bueno que fuera, tendría esa oscuridad dentro. Así que, para no verse afectado y no perder completamente la confianza en el mundo, decidió no usar más sus poderes. Sin embargo, tras unirse al grupo de Futaba, se le ve más decidido, queriendo ayudarlos cueste lo que cueste, aún a costa de sufrir por volver a usar su poder.
En su ruta, desde el principio nos hacen ver que el padre de Futaba ha muerto, lo que la deja muy afectada. Por temor a un nuevo ataque de Aki, deciden que Futaba se quede con Aoi y Oji en el café, para poder protegerla. Así, Aoi tiene oportunidad de enseñarle sus cuadros y hacerle de comer, lo que poco a poco va haciendo que Futaba se recupere. Aoi se echa la culpa de no haber detenido antes a Aki, pues lo rozó un momento cuando estaba usando sus poderes y vio que tramaba algo malo, pero no actuó. Sin embargo, le hace una promesa a Futaba para protegerla. Además, Aoi comienza a ver que Futaba se lleva bastante bien con Koga, lo que lo hace replantearse ciertos sentimientos.
La exposición de arte de la escuela de Aoi se ve comprometida por un nuevo ataque de los fantasmas y todos acuden para ayudar, pero aunque acaban solucionando el problema gracias a los poderes de Aoi y Futaba, las consecuencias serán malas. Aki se inventa una noticia de que Futaba y su padre están involucrados en la droga, lo que hace que sus vecinos traten de echarla. Aki aparece vestido de militar y la arresta... para secuestrarla y poder usarla en el ritual para resucitar a su padre.
Con alguna técnica, la convence de que él es su único amigo y no tiene a nadie más y logra completar el ritual. Sin embargo, Aoi no se ha quedado de brazos cruzados y la encuentra con sus poderes, los mismos con los que la salvará entrando en su corazón y devolviéndole la razón. Juntos logran erradicar al fantasma, pero Aki escapa a pesar de los esfuerzos de Aoi y Futaba por hacerlo entrar en razón. Entonces, descubren que el padre de Futaba estaba vivo todo ese tiempo y vuelve a casa sano y salvo. Para terminar, Aoi se declara a Futaba junto al río y ella le corresponde.
Mi opinión: Como ha dicho su propio seiyuu, Aoi es un tsundere fusionado con una madre XD Y tengo que darle la razón. Es un tsundere de manual (ya sabéis, de los que no reconocerán sus sentimientos ni aunque los torturen, pero se sonrojarán hasta la raíz del cabello), pero también sabe dar buenos sermones y regañinas cuando debe, sobre todo al pobre Oji. Podemos decir que en el café el que lleva la batuta es él, aunque sólo sea un empleado (sobre todo por la vagueza de Oji).
Al principio no me llamó demasiado la atención, la verdad, aunque su diseño me gustó y pensé que era un personaje muy rico y bien construido. Porque no es sólo un tsundere y punto, sino que además es estudiante de arte y tiene un increíble poder para leer la mente y el corazón de la gente, aunque se niega a utilizarlo.
Me ha encantado la complicidad de Futaba con Aoi, de verdad. Sinceramente, no sabía bien qué esperar de esta ruta, pero me ha gustado bastante más que la Ginnojo, por ejemplo. Aoi tiene momentos muy tiernos, como cuando le da una de sus pinturas a la protagonista, le hace de comer, le dice que la protegerá o da un paso atrás cuando cree que ella está enamorada de Koga. En serio, parecía un tsundere que estaba ahí para gritar y regañar, pero ha resultado ser un personaje de lo más complejo y con muchísimo matices. Tal vez físicamente me atraiga menos que Koga, por ejemplo, pero en cuanto a personalidad y comportamiento, no tengo queja ninguna.
Sobre todo al final, donde Aoi muestra una madurez increíble al tomar decisiones difíciles para ayudar a Futaba, poniéndose en peligro. Así, cuando ella es raptada por Aki, es el primero en ir a buscarla usando sus poderes (y eso que lo odia) y luego la salva del fantasma que la había poseído al entrar en su corazón y convencerla de que quiere protegerla y salvarla. Pero no solo eso, porque también "salva" a Aki cuando el fantasma se vuelve contra él y le dice cuatro cosas bien dichas sobre su comportamiento y todo lo que se ha perdido en la vida por estar obsesionado con vengar a su padre.
La escena con la confesión, junto al río donde se conocieron, como no podía ser de otro modo, me ha encantado. Aunque Aoi creía que Futaba quería a Koga, le dice que la quiere y todo lo que significa para él, cómo lo ha ayudado a tener más confianza y querer ser mejor hombre. Por lo que resulta adorable ver cómo se sonroja cuando ella corresponde sus sentimientos y están a punto de besarse ¡cuando Nachi y compañía los interrumpen! O.O ¿Por qué? Para una escena de beso que iba viento en popa, van y la arruinan de la forma más cliché del mundo. Con eso estoy bastante enfadada, la verdad. Bien podrían darnos un poco el gusto, digo yo. Pero eso no quita que me haya encantando la ruta y que haya quedado muy satisfecha con la actuación de Aoi.
YURA
Por su aspecto puede parecer un chico bastante más joven que Futaba, pero en realidad tiene 1000 años. Podríamos decir que es la personificación de una flauta que ha tenido la suficiente importancia como para adquirir un gran poder. Su aspecto aniñado lo mantiene debido a sus grandes poderes, que solo libera cuando tiene que luchar (momento en que se transforma en un bello joven). Tiene una maldición que sólo le deja tocar una canción con su flauta... una canción de muerte que matará a todo ser viviente que la escuche entera. Le encantan los dulces (parece que sólo se alimenta de ellos), tiene una personalidad muy tranquila y parece que se queda en la nubes con frecuencia y le encantan los animales. Tiene una forma de hablar muy anticuada, prueba de su larga vida, pues recuerda perfectamente a la antepasada de Futaba, con la que hizo el pacto en primer lugar (por ello Futaba no tiene que rehacer el pacto con él)
En su ruta conocemos mucho más de lo que ocurre con los hermanos, su origen y su maldición. Así, tras la pelea con Akiyasu y la muerte del padre de Futaba, esta no puede soportar el dolor de estar en su casa y se muda al templo con Yura y Gaku. Allí ella trata de reponerse y va descubriendo cosas. En un libro lee cómo Ashiya Doman creó a los hermanos a partir de instrumentos en sus intentos por implantarles un maleficio. En principio este estaba destinado a Gaku, pero como no podía soportarlo, Yura se ofreció voluntario a cambio de la vida de su hermano. Así es cómo nació su maldición, una a la que se ha acostumbrado y con la que ha aprendido a vivir, a pesar de que tiene que usar su canción de la muerte a menudo si no quiere que el maleficio se vuelva contra Gaku. Por ello, Yura va al bosque y toca la canción para los animales, admitiendo que es un precio barato si con ello su hermano está a salvo; para él la seguridad y felicidad de Gaku es primordial, lo que lo lleva a desvalorarse a sí mismo. Pero igual que Yura se preocupa por Gaku, lo contrario también se da. Gaku se siente culpable por el sacrificio de Yura en aras de su supervivencia y ha dedicado muchos a buscar una solución, a pesar de los peligros de muchos intentos.
Tras saber esto, Futaba no puede quedarse sin hacer nada y decide volver a la capital para hacer lo que pueda y seguir viviendo, tal como quería su padre. Allí se reencuentra con sus compañeros, que habían estado preocupados por ella y se da cuenta de que no está sola.
La maldición pasa de repente a Gaku al cumplirse los 1000 años desde su traspaso a Yura y cae enfermo, lo que hace que Yura desespere. Un sueño revela a Futaba que su antepasada buscó una llave para romper la maldición, pero que no podría "crearla" a tiempo y se lo dejaría a su sucesora (la propia Futaba) Así, tras acabar con la amenaza de Aki entre todos al exorcizar al espíritu maligno, Ashiya contacta con Yura y le dice que si mata a Futaba logrará romper la maldición. Él lo intenta, pero los demás lo detienen y es entonces cuando Futaba habla con Ashiya y hacen un trato. Él le dice que la llave está en su interior a cambio de que le dé su brazo derecho. Ella acepta y junto a Yura (que está receloso de las intenciones de Ashiya) entran en el mundo de los espíritus para liberar a Gaku. Allí ella se encuentra con la versión oscura de Yura, sus arrepentimientos, sus miedos, su ira, etc... y logra vencerlo.
Gaku se libra de su maldición y cuando Futaba va a dar su brazo a Ashiya, Yura la defiende, aunque el onmyoji le roba la llave que tenía dentro. Con todo solucionado, Yura es capaz de tocar música de nuevo y descubren que el padre de Futaba estaba vivo gracias al ejército. Gaku y Yura tocan para despertarlo y Yura le confiesa a Futaba que quiere estar con ella para siempre.
Mi opinión: teniendo en cuenta que Yura suele aparecer con aspecto de niño, no podía decir que me llamara mucho la atención (las rutas de niños no me gustan nada), pero mi opinión cambió cuando descubrí su forma más adulta. Así que tenía mucha curiosidad por saber cómo se desarrollaría su ruta, más sabiendo lo viejo que es y que recuerda su vida con la antepasada de Futaba perfectamente (las comparaciones iban a ser irremediables) En definitiva, Yura tenía muchos factores para hacer su ruta interesante, así que me lancé (aunque yo quería jugar la de su hermano Gaku, pero nos toca esperar T.T)
Francamente, me ha gustado mucho más de lo que había imaginado. Quitando el aspecto aniñado de Yura, su historia es muy completa y la cuentan de una forma muy natural, resaltando sobretodo el amor entre los hermanos y cómo cada uno ha tenido que vivir con la maldición que los ata. Esto les ha afectado de formas diferentes y se ve reflejado en sus personalidades y sueños.
Lo que me ha gustado es que Yura no es un personaje feliz y dulce y ya está, sino que tiene su parte oscura, derivada de las crueldades que Ashiya les ha hecho y por sentirse culpable de lo que le pasa a su hermano. Así que hasta llega a rendirse en encontrar una cura y aceptar que la maldición será para él siempre y que seguirá cargando con ella para que su hermano no sufra. Como también lleva la culpa de tener que matar otros seres vivos inocentes, a los que adora. Y también está la oscuridad nacida de ese amor férreo por Gaku que lo lleva a realmente intentar a matar a Futaba, como ha hecho con los animales a lo largo de muchos siglos, considerándolo un precio inevitable que pagar por la felicidad de su hermano.
Por el lado romántico, sin embargo, no he visto la chispa con Futaba y me quedo con que han tenido una amistad muy bonita. Por que, aunque es cierto que Yura está ahí en los momentos difíciles y viceversa, no he terminado de ver verdadera atracción. Era como si Yura estuviera cuidando de otra hermana pequeña, teniendo en cuenta los 1000 años que ha vivido, debe ver a Futaba como una niña. Por no decir que sigue normalmente en su forma de niño, pero cambia a adulto cuando se pone en plan meloso con ella... y eso es un poco raro y cortarollos (y es tirar piedras contra mi tejado porque algo parecido le pasará a Gaku y me encanta >.<) Por no decir que no sé cómo gestionarán el hecho de que él no morirá en un futuro cercano, pero ella sí.... Como me pasaba con la ruta de Ginnojo, he visto esta como la antesala de una posible relación, no viéndolos totalmente como pareja y dejando muchas cosas en el aire y que serían importantes de tratar.
KUYA
Lo más destacable de Kuya, aparte de ser un tengu y amigo íntimo de Koga, es su pereza extrema. Hasta el punto de no querer hacer otra cosa que no sea dormir y resistirse a cualquier esfuerzo físico y mental. Utiliza un abanico para producir fuertes corrientes de aire y tiene una grandes alas negras con las que puede volar a cualquier parte.
No se calla nada de lo que piensa, independientemente de cómo se lo pueda tomar la otra persona, por lo que a veces puede parecer insensible.
En su ruta, después del enfrentamiento con Akiyasu y la muerte del padre de Futaba, esta se deprime mucho, tanto que hasta se plantea para qué seguir viviendo. Entonces, Kuya toma una decisión drástica y la lleva volando sobre la ciudad, para luego dejarla caer. La recoge en el último momento y le dice a Futaba que no diga cosas como que quiere morir si no está preparada de verdad. Después, todos los demás la apoyan y le hacen ver que sigue teniendo razones para vivir, pues es la única capaz de enfrentarse a Aki y salvar la ciudad.
Poco a poco, Futaba va conociendo más de Kuya y su pasado. Él nunca ha pertenecido realmente a la montaña donde viven los tengus y su única familia real era su maestro. Sin embargo, este lo "traicionó" y echó de su lado en cierto momento, por lo que se fue a la ciudad y conoció a Koga. Luego descubrió que su maestro había sido poseído por un espíritu y lo había alejado para protegerlo, antes de perder el control y lastimarlo.
Cuando llega el momento de enfrentarse a Aki, el espíritu maligno es liberado pero, en vez de poseer a Futaba, posee a Kuya. Aunque este tiene aún algo de su conciencia, no logran librarse de él y Futaba lo sigue cuando Aki abre una agujero a otra dimensión para librarse de él. Allí, Kuya reflexiona sobre su antepasado, que era un monje humano que tenía mucho miedo a su propia muerte. Cuando Futaba aparece para salvarlo, él la ataca, pero ella no se rinde, no queriendo dejarlo solo o darlo por perdido. Al final logran purificar al espíritu malvado y volver a la realidad, donde Aki es arrestado y descubren que el padre de Futaba está vivo.
Todos los chicos se quedan a vivir un tiempo en casa de Futaba porque se lo pasan bien allí y Kuya le confiesa a Futaba que le gusta. Ella también, pero pasan unos días hasta que reúne el valor para decírselo.
Mi opinión: tengo que reconocer que, aunque en cuanto a personalidad no es de mis favoritos, su diseño es muy chulo. Tengo que decir que esta ha sido una historia un poco floja en cuanto al argumento (tal vez porque después de ver "la misma historia" cuatro veces, aunque hagan cambios aquí y allí, ya estoy cansada y no me sorprende) y que no me ha emocionado demasiado. Es cierto que cuando el espíritu domina a Kuya hay un buen giro, pero se veía venir que Futaba lograría liberarlo o que él lucharía por liberarse. Pero el resto no ha sido demasiado sorprendente.
Kuya es un personaje que puede parecer plano y que aporta poco por su actitud perezosa y pasota, pero al final he logrado cogerle cierto cariño. Tiene intervenciones interesantes en todas las veces que Futaba se deprime y él la devuelve al buen camino de forma poco habituales. Su historia con su maestro y tal no fue demasiado interesante, tal vez porque no profundizan demasiado al final.
En los últimos capítulos, cuando Kuya se confiesa y sigue tan fresco e inamovible, comprendí el desasosiego de Futaba, porque ella estaba hecha un manojo de nervios. He sentido su conexión, la verdad, sobretodo en las escenas que tienen juntos a solas, mucho más que con Yura, por ejemplo. Se notaba que había una chispita de atracción entre ellos y eso ha estado bien. ¡Lo que no perdono es que Kuya se al único que tiene una escena con beso! Los demás han tenido también las suyas, pero nunca con éxito y han sido interrumpidos de una u otra manera, así que me parece muy injusto que a Kuya sí lo hayan respetado en ese respecto. ¿Por qué él sí y los demás no? Eso hizo que no me emocionara por la escena en sí y acabara reprochando a los escritores su aparente favoritismo por este personaje.
En definitiva, ha tenido algunos momentos interesantes y me ha abierto los ojos a ciertas cosas que había malinterpretado de Kuya, pero por historia y desarrollo, no me ha dejado una gran impresión.
Pensamientos finales: el hecho de tener un prólogo común y un punto donde todas las historias se ramifican me ha parecido acertado e interesante. Lo malo es que los cambios a la historia también se hacen más reducidos y a veces te parece estar leyendo lo mismo. Por ejemplo, que el padre de Futaba estuviera siempre vivo al final de cada historia le quitaba sentido al sufrimiento y a la superación de la pérdida de Futaba. No digo que no esté bien que sobreviviera, pero había historias en las que tenía mucho más sentido que no regresara, como en la de Kuya o Yura, donde Futaba lo pasa realmente mal por su muerte.
En cuanto a lo romántico, nos dan la dosis justa. He echado de menos más cgs, teniendo en cuenta la cantidad de capítulos que hay (tanto comunes, como exclusivos de cada personaje) y también que estas fueran de momentos más románticos, sobre todo las de los capítulos finales. Algunas rutas apenas tienen romance, como la de Yura, y otras desperdician escenas perfectas de beso y te pone de los nervios que ni siquiera te den eso, como en la de Aoi. No sé por qué han tomado estas decisiones de hacerlo todo tan "light", pero me hubiera gustado que el romance fuera más recurrente.
En ambientación, tradiciones, ayakashis y demás está muy bien logrado y me gusta la variedad de personalidades que hay entre los personajes, no sintiendo en ningún momento que no tienen cosas únicas. Se sienten vivos y empatizas con ellos y sus metas y motivaciones. En algunas rutas usa mucho el recurso de "las vidas pasadas" de los ayakashi (como con Koga o Kuya), pero en otras no se usa prácticamente nada (como con Aoi o Ginnojo)
La fusión juego de cartas + historias otome me parece acertada y es un formato que está tomando fuerza (la mayoría de juegos nuevos son así), aunque tener que estar haciendo misiones y tal para desbloquear los capítulos a veces se hace un poco pesado.
Ranking de chicos:
Ginnojo comienza a tener la sospecha de que el padre de Futaba sigue vivo y que Aki lo utilizará como moneda de cambio para que ella se entregue como sacrificio para su ritual. Sin embargo, no quiere decírselo hasta que no lo tenga claro, para no hacerle más daño. Así, cuando vuelven a enfrentarse a Aki, Ginnojo se enfrenta a Kagemaru (con el que tiene una muy mala relación), pero se contiene por el bien del padre de Futaba, quedando muy malherido y envenenado por Kagemaru, el ayakashi araña. Finalmente, logran hacer huir a Aki y rescatan al padre de Futaba. Después, Koga le dice a Futaba lo que Ginnojo ha hecho por ella y se siente en deuda y agradecida por su consideración, dándole las gracias cuando se ha recuperado.
La buena noticia, es que el ejército atrapa a Aki y la mala es que Kagemaru escapa. Esto hace que los ataques de los fantasmas se continúen, pues los planes de Aki no acaban porque esté entre rejas. La energía maligna acumulada cerca del sello del poderoso fantasma que quería liberar para resucitar a su padre sigue acumulándose y amenaza con liberarlo igualmente. Por otro lado, Ginnojo no ha perdido la pista a Kagemaru, quién ha estado contactando con los traficantes de opio (que hacían que la gente se volviera más débil mentalmente y así fueran poseídos por los fantasmas) Ginnojo ha contado con la ayuda de Kuro y sus contactos con el circo. Futaba tampoco ha dejado de moverse, aunque su padre ya esté a salvo, y quiere seguir usando su poder para proteger la ciudad. Ginnojo no quiere ponerla en peligro, por lo que ha estado actuando solo, lo que cabrea bastante a Futaba, quién al final lo convence de que ella también tiene una razón para luchar a su lado.
Sabiendo que el sello se romperá en algún momento, deciden actuar antes y acabar con el fantasma antes de que haga destrozos. Ginnojo se va por su lado a luchar contra Kagemaru, junto a los hombres del ejército. Ambas luchas terminan en éxito, aunque tanto Kagemaru como Aki logran escapar. Sin embargo, han logrado poner fin al tráfico de opio, lo que es una gran victoria. Una vez calmada la ciudad, Ginnojo pide a Futaba que vaya con él para devolver la foto que siempre ha llevado consigo y que el mismísimo Hijikata le dio. Quiere dársela a sus familiares, tal como él le pidió antes de morir. Es un momento importante para él, pero Futaba sigue pensando que la ve como una compañera, dándose cuenta de que desea ser algo más. Sin embargo, Ginnojo y ella acaban confesando sus verdaderos sentimientos y comenzando una relación.
En el epílogo vemos cómo Ginnojo se preocupa porque no sabe cómo tratar a Futaba y teme estar haciendo cosas que la incomoden, cuando ella misma también busca su cercanía y su contacto.
Después, Ginnojo siempre se preocupa de Futaba, aunque no siempre lo hace de frente y llevándose la gloria, lo que no le quita ni pizca de mérito. Sin embargo, esto también resulta en que prefiere hacer ciertas cosas solo para no poner en peligro a sus seres queridos. Esto es porque no quiere que se vuelva a repetir lo que ocurrió con el Shinsengumi y no quiere perder a sus querido amigos.
Esta ruta me ha gustado menos que la de Koga, porque apenas vemos interacciones románticas entre Futaba y Ginnojo. Siendo como es tan tímido e inexperto con las mujeres, no han sabido explotar esa faceta, que podría haber dado muchas escenas tiernas y adorables. Es verdad que al principio, cuando Ginnojo trata de animarla cuando cree que su padre ha muerto, se ve el vínculo y la conexión que están profundizando... pero poco más. Otros personajes apuntan que Ginnojo se siente extrañamente a gusto con Futaba a pesar de no saber tratar a las mujeres en general, pero eso no me ha valido como excusa para no aprovecharlo y hacer una o dos escenas con él avergonzándose o sonrojándose por contacto o conversaciones con Futaba. Es verdad que la final se arregla y nos dan dos capítulos super tiernos donde ambos comienzan a verse más como pareja que como compañeros. Aquí sí que vemos al Ginnojo adorable que se sonroja y no sabe muy bien cómo actuar con las mujeres. Si hubiera habido algunas pinceladas más de esto en la historia, creo que habría sido estupenda. La confesión de amor entre ambos ha sido tierna, algo torpe, pero adorable y me ha llenado más que la Koga.
Por otro lado, no vemos realmente el final de las luchas de Ginnojo con Kagemaru, pues se enfrentan dos veces y las dos escapa el ayakashi araña (de lo que nos enteramos después, cuando todo ha pasado ya). Además, el momento emotivo e importante para Ginnojo cuando va a devolver la foto con Futaba tampoco nos lo cuentan, pasando directamente a la confesión de amor. Han sido estas lagunas las que me han dejado más descontenta, siendo momentos importantes para Ginnojo en su vida. Sin embargo, sí vemos claramente cómo ha pasado página de su pasado y ha encontrado otros camaradas junto a los que luchar y en quienes confiar. No olvidará nunca al Shinsengumi (de hecho Futaba le dice que escriba un libro sobre su experiencia y decide hacerlo), pero ahora podrá volver a mirar al futuro con esperanza y gente junto a la que luchar para hacer un mundo mejor.
En esta ruta, también, las ilustraciones no son demasiado románticas, a excepción de la última, pero donde sólo se cogen de las manos. Eso sí, tengo que reconocer que el color es soberbio y, nuevamente, estoy enamorada de los ojos de este chico.
AOI
Aunque puede parecer arisco o desagradecido a veces, Aoi es en realidad muy observador y amable con la gente de su alrededor. Esconde este lado tierno tras aparente desinterés y frases algo bruscas, pero no dudará en dar la cara y ayudar a sus amigos cuando estos le necesiten. Al principio no está muy de acuerdo con la llegada de Futaba o con su contrato en otra vida, pero es de los primeros en aceptarlo y entregarse a la misión.
La razón de que no querer usar sus poderes es porque comenzó a ver la oscuridad que había en los corazones de las personas y llegó a la conclusión de que todo el mundo, sin importar lo bueno que fuera, tendría esa oscuridad dentro. Así que, para no verse afectado y no perder completamente la confianza en el mundo, decidió no usar más sus poderes. Sin embargo, tras unirse al grupo de Futaba, se le ve más decidido, queriendo ayudarlos cueste lo que cueste, aún a costa de sufrir por volver a usar su poder.
En su ruta, desde el principio nos hacen ver que el padre de Futaba ha muerto, lo que la deja muy afectada. Por temor a un nuevo ataque de Aki, deciden que Futaba se quede con Aoi y Oji en el café, para poder protegerla. Así, Aoi tiene oportunidad de enseñarle sus cuadros y hacerle de comer, lo que poco a poco va haciendo que Futaba se recupere. Aoi se echa la culpa de no haber detenido antes a Aki, pues lo rozó un momento cuando estaba usando sus poderes y vio que tramaba algo malo, pero no actuó. Sin embargo, le hace una promesa a Futaba para protegerla. Además, Aoi comienza a ver que Futaba se lleva bastante bien con Koga, lo que lo hace replantearse ciertos sentimientos.
La exposición de arte de la escuela de Aoi se ve comprometida por un nuevo ataque de los fantasmas y todos acuden para ayudar, pero aunque acaban solucionando el problema gracias a los poderes de Aoi y Futaba, las consecuencias serán malas. Aki se inventa una noticia de que Futaba y su padre están involucrados en la droga, lo que hace que sus vecinos traten de echarla. Aki aparece vestido de militar y la arresta... para secuestrarla y poder usarla en el ritual para resucitar a su padre.
Con alguna técnica, la convence de que él es su único amigo y no tiene a nadie más y logra completar el ritual. Sin embargo, Aoi no se ha quedado de brazos cruzados y la encuentra con sus poderes, los mismos con los que la salvará entrando en su corazón y devolviéndole la razón. Juntos logran erradicar al fantasma, pero Aki escapa a pesar de los esfuerzos de Aoi y Futaba por hacerlo entrar en razón. Entonces, descubren que el padre de Futaba estaba vivo todo ese tiempo y vuelve a casa sano y salvo. Para terminar, Aoi se declara a Futaba junto al río y ella le corresponde.
Mi opinión: Como ha dicho su propio seiyuu, Aoi es un tsundere fusionado con una madre XD Y tengo que darle la razón. Es un tsundere de manual (ya sabéis, de los que no reconocerán sus sentimientos ni aunque los torturen, pero se sonrojarán hasta la raíz del cabello), pero también sabe dar buenos sermones y regañinas cuando debe, sobre todo al pobre Oji. Podemos decir que en el café el que lleva la batuta es él, aunque sólo sea un empleado (sobre todo por la vagueza de Oji).
Al principio no me llamó demasiado la atención, la verdad, aunque su diseño me gustó y pensé que era un personaje muy rico y bien construido. Porque no es sólo un tsundere y punto, sino que además es estudiante de arte y tiene un increíble poder para leer la mente y el corazón de la gente, aunque se niega a utilizarlo.
Me ha encantado la complicidad de Futaba con Aoi, de verdad. Sinceramente, no sabía bien qué esperar de esta ruta, pero me ha gustado bastante más que la Ginnojo, por ejemplo. Aoi tiene momentos muy tiernos, como cuando le da una de sus pinturas a la protagonista, le hace de comer, le dice que la protegerá o da un paso atrás cuando cree que ella está enamorada de Koga. En serio, parecía un tsundere que estaba ahí para gritar y regañar, pero ha resultado ser un personaje de lo más complejo y con muchísimo matices. Tal vez físicamente me atraiga menos que Koga, por ejemplo, pero en cuanto a personalidad y comportamiento, no tengo queja ninguna.
Sobre todo al final, donde Aoi muestra una madurez increíble al tomar decisiones difíciles para ayudar a Futaba, poniéndose en peligro. Así, cuando ella es raptada por Aki, es el primero en ir a buscarla usando sus poderes (y eso que lo odia) y luego la salva del fantasma que la había poseído al entrar en su corazón y convencerla de que quiere protegerla y salvarla. Pero no solo eso, porque también "salva" a Aki cuando el fantasma se vuelve contra él y le dice cuatro cosas bien dichas sobre su comportamiento y todo lo que se ha perdido en la vida por estar obsesionado con vengar a su padre.
La escena con la confesión, junto al río donde se conocieron, como no podía ser de otro modo, me ha encantado. Aunque Aoi creía que Futaba quería a Koga, le dice que la quiere y todo lo que significa para él, cómo lo ha ayudado a tener más confianza y querer ser mejor hombre. Por lo que resulta adorable ver cómo se sonroja cuando ella corresponde sus sentimientos y están a punto de besarse ¡cuando Nachi y compañía los interrumpen! O.O ¿Por qué? Para una escena de beso que iba viento en popa, van y la arruinan de la forma más cliché del mundo. Con eso estoy bastante enfadada, la verdad. Bien podrían darnos un poco el gusto, digo yo. Pero eso no quita que me haya encantando la ruta y que haya quedado muy satisfecha con la actuación de Aoi.
Por su aspecto puede parecer un chico bastante más joven que Futaba, pero en realidad tiene 1000 años. Podríamos decir que es la personificación de una flauta que ha tenido la suficiente importancia como para adquirir un gran poder. Su aspecto aniñado lo mantiene debido a sus grandes poderes, que solo libera cuando tiene que luchar (momento en que se transforma en un bello joven). Tiene una maldición que sólo le deja tocar una canción con su flauta... una canción de muerte que matará a todo ser viviente que la escuche entera. Le encantan los dulces (parece que sólo se alimenta de ellos), tiene una personalidad muy tranquila y parece que se queda en la nubes con frecuencia y le encantan los animales. Tiene una forma de hablar muy anticuada, prueba de su larga vida, pues recuerda perfectamente a la antepasada de Futaba, con la que hizo el pacto en primer lugar (por ello Futaba no tiene que rehacer el pacto con él)
En su ruta conocemos mucho más de lo que ocurre con los hermanos, su origen y su maldición. Así, tras la pelea con Akiyasu y la muerte del padre de Futaba, esta no puede soportar el dolor de estar en su casa y se muda al templo con Yura y Gaku. Allí ella trata de reponerse y va descubriendo cosas. En un libro lee cómo Ashiya Doman creó a los hermanos a partir de instrumentos en sus intentos por implantarles un maleficio. En principio este estaba destinado a Gaku, pero como no podía soportarlo, Yura se ofreció voluntario a cambio de la vida de su hermano. Así es cómo nació su maldición, una a la que se ha acostumbrado y con la que ha aprendido a vivir, a pesar de que tiene que usar su canción de la muerte a menudo si no quiere que el maleficio se vuelva contra Gaku. Por ello, Yura va al bosque y toca la canción para los animales, admitiendo que es un precio barato si con ello su hermano está a salvo; para él la seguridad y felicidad de Gaku es primordial, lo que lo lleva a desvalorarse a sí mismo. Pero igual que Yura se preocupa por Gaku, lo contrario también se da. Gaku se siente culpable por el sacrificio de Yura en aras de su supervivencia y ha dedicado muchos a buscar una solución, a pesar de los peligros de muchos intentos.
Tras saber esto, Futaba no puede quedarse sin hacer nada y decide volver a la capital para hacer lo que pueda y seguir viviendo, tal como quería su padre. Allí se reencuentra con sus compañeros, que habían estado preocupados por ella y se da cuenta de que no está sola.
La maldición pasa de repente a Gaku al cumplirse los 1000 años desde su traspaso a Yura y cae enfermo, lo que hace que Yura desespere. Un sueño revela a Futaba que su antepasada buscó una llave para romper la maldición, pero que no podría "crearla" a tiempo y se lo dejaría a su sucesora (la propia Futaba) Así, tras acabar con la amenaza de Aki entre todos al exorcizar al espíritu maligno, Ashiya contacta con Yura y le dice que si mata a Futaba logrará romper la maldición. Él lo intenta, pero los demás lo detienen y es entonces cuando Futaba habla con Ashiya y hacen un trato. Él le dice que la llave está en su interior a cambio de que le dé su brazo derecho. Ella acepta y junto a Yura (que está receloso de las intenciones de Ashiya) entran en el mundo de los espíritus para liberar a Gaku. Allí ella se encuentra con la versión oscura de Yura, sus arrepentimientos, sus miedos, su ira, etc... y logra vencerlo.
Gaku se libra de su maldición y cuando Futaba va a dar su brazo a Ashiya, Yura la defiende, aunque el onmyoji le roba la llave que tenía dentro. Con todo solucionado, Yura es capaz de tocar música de nuevo y descubren que el padre de Futaba estaba vivo gracias al ejército. Gaku y Yura tocan para despertarlo y Yura le confiesa a Futaba que quiere estar con ella para siempre.
Mi opinión: teniendo en cuenta que Yura suele aparecer con aspecto de niño, no podía decir que me llamara mucho la atención (las rutas de niños no me gustan nada), pero mi opinión cambió cuando descubrí su forma más adulta. Así que tenía mucha curiosidad por saber cómo se desarrollaría su ruta, más sabiendo lo viejo que es y que recuerda su vida con la antepasada de Futaba perfectamente (las comparaciones iban a ser irremediables) En definitiva, Yura tenía muchos factores para hacer su ruta interesante, así que me lancé (aunque yo quería jugar la de su hermano Gaku, pero nos toca esperar T.T)
Francamente, me ha gustado mucho más de lo que había imaginado. Quitando el aspecto aniñado de Yura, su historia es muy completa y la cuentan de una forma muy natural, resaltando sobretodo el amor entre los hermanos y cómo cada uno ha tenido que vivir con la maldición que los ata. Esto les ha afectado de formas diferentes y se ve reflejado en sus personalidades y sueños.
Lo que me ha gustado es que Yura no es un personaje feliz y dulce y ya está, sino que tiene su parte oscura, derivada de las crueldades que Ashiya les ha hecho y por sentirse culpable de lo que le pasa a su hermano. Así que hasta llega a rendirse en encontrar una cura y aceptar que la maldición será para él siempre y que seguirá cargando con ella para que su hermano no sufra. Como también lleva la culpa de tener que matar otros seres vivos inocentes, a los que adora. Y también está la oscuridad nacida de ese amor férreo por Gaku que lo lleva a realmente intentar a matar a Futaba, como ha hecho con los animales a lo largo de muchos siglos, considerándolo un precio inevitable que pagar por la felicidad de su hermano.
Por el lado romántico, sin embargo, no he visto la chispa con Futaba y me quedo con que han tenido una amistad muy bonita. Por que, aunque es cierto que Yura está ahí en los momentos difíciles y viceversa, no he terminado de ver verdadera atracción. Era como si Yura estuviera cuidando de otra hermana pequeña, teniendo en cuenta los 1000 años que ha vivido, debe ver a Futaba como una niña. Por no decir que sigue normalmente en su forma de niño, pero cambia a adulto cuando se pone en plan meloso con ella... y eso es un poco raro y cortarollos (y es tirar piedras contra mi tejado porque algo parecido le pasará a Gaku y me encanta >.<) Por no decir que no sé cómo gestionarán el hecho de que él no morirá en un futuro cercano, pero ella sí.... Como me pasaba con la ruta de Ginnojo, he visto esta como la antesala de una posible relación, no viéndolos totalmente como pareja y dejando muchas cosas en el aire y que serían importantes de tratar.
Lo más destacable de Kuya, aparte de ser un tengu y amigo íntimo de Koga, es su pereza extrema. Hasta el punto de no querer hacer otra cosa que no sea dormir y resistirse a cualquier esfuerzo físico y mental. Utiliza un abanico para producir fuertes corrientes de aire y tiene una grandes alas negras con las que puede volar a cualquier parte.
No se calla nada de lo que piensa, independientemente de cómo se lo pueda tomar la otra persona, por lo que a veces puede parecer insensible.
En su ruta, después del enfrentamiento con Akiyasu y la muerte del padre de Futaba, esta se deprime mucho, tanto que hasta se plantea para qué seguir viviendo. Entonces, Kuya toma una decisión drástica y la lleva volando sobre la ciudad, para luego dejarla caer. La recoge en el último momento y le dice a Futaba que no diga cosas como que quiere morir si no está preparada de verdad. Después, todos los demás la apoyan y le hacen ver que sigue teniendo razones para vivir, pues es la única capaz de enfrentarse a Aki y salvar la ciudad.
Poco a poco, Futaba va conociendo más de Kuya y su pasado. Él nunca ha pertenecido realmente a la montaña donde viven los tengus y su única familia real era su maestro. Sin embargo, este lo "traicionó" y echó de su lado en cierto momento, por lo que se fue a la ciudad y conoció a Koga. Luego descubrió que su maestro había sido poseído por un espíritu y lo había alejado para protegerlo, antes de perder el control y lastimarlo.
Cuando llega el momento de enfrentarse a Aki, el espíritu maligno es liberado pero, en vez de poseer a Futaba, posee a Kuya. Aunque este tiene aún algo de su conciencia, no logran librarse de él y Futaba lo sigue cuando Aki abre una agujero a otra dimensión para librarse de él. Allí, Kuya reflexiona sobre su antepasado, que era un monje humano que tenía mucho miedo a su propia muerte. Cuando Futaba aparece para salvarlo, él la ataca, pero ella no se rinde, no queriendo dejarlo solo o darlo por perdido. Al final logran purificar al espíritu malvado y volver a la realidad, donde Aki es arrestado y descubren que el padre de Futaba está vivo.
Todos los chicos se quedan a vivir un tiempo en casa de Futaba porque se lo pasan bien allí y Kuya le confiesa a Futaba que le gusta. Ella también, pero pasan unos días hasta que reúne el valor para decírselo.
Mi opinión: tengo que reconocer que, aunque en cuanto a personalidad no es de mis favoritos, su diseño es muy chulo. Tengo que decir que esta ha sido una historia un poco floja en cuanto al argumento (tal vez porque después de ver "la misma historia" cuatro veces, aunque hagan cambios aquí y allí, ya estoy cansada y no me sorprende) y que no me ha emocionado demasiado. Es cierto que cuando el espíritu domina a Kuya hay un buen giro, pero se veía venir que Futaba lograría liberarlo o que él lucharía por liberarse. Pero el resto no ha sido demasiado sorprendente.
Kuya es un personaje que puede parecer plano y que aporta poco por su actitud perezosa y pasota, pero al final he logrado cogerle cierto cariño. Tiene intervenciones interesantes en todas las veces que Futaba se deprime y él la devuelve al buen camino de forma poco habituales. Su historia con su maestro y tal no fue demasiado interesante, tal vez porque no profundizan demasiado al final.
En los últimos capítulos, cuando Kuya se confiesa y sigue tan fresco e inamovible, comprendí el desasosiego de Futaba, porque ella estaba hecha un manojo de nervios. He sentido su conexión, la verdad, sobretodo en las escenas que tienen juntos a solas, mucho más que con Yura, por ejemplo. Se notaba que había una chispita de atracción entre ellos y eso ha estado bien. ¡Lo que no perdono es que Kuya se al único que tiene una escena con beso! Los demás han tenido también las suyas, pero nunca con éxito y han sido interrumpidos de una u otra manera, así que me parece muy injusto que a Kuya sí lo hayan respetado en ese respecto. ¿Por qué él sí y los demás no? Eso hizo que no me emocionara por la escena en sí y acabara reprochando a los escritores su aparente favoritismo por este personaje.
En definitiva, ha tenido algunos momentos interesantes y me ha abierto los ojos a ciertas cosas que había malinterpretado de Kuya, pero por historia y desarrollo, no me ha dejado una gran impresión.
Pensamientos finales: el hecho de tener un prólogo común y un punto donde todas las historias se ramifican me ha parecido acertado e interesante. Lo malo es que los cambios a la historia también se hacen más reducidos y a veces te parece estar leyendo lo mismo. Por ejemplo, que el padre de Futaba estuviera siempre vivo al final de cada historia le quitaba sentido al sufrimiento y a la superación de la pérdida de Futaba. No digo que no esté bien que sobreviviera, pero había historias en las que tenía mucho más sentido que no regresara, como en la de Kuya o Yura, donde Futaba lo pasa realmente mal por su muerte.
En cuanto a lo romántico, nos dan la dosis justa. He echado de menos más cgs, teniendo en cuenta la cantidad de capítulos que hay (tanto comunes, como exclusivos de cada personaje) y también que estas fueran de momentos más románticos, sobre todo las de los capítulos finales. Algunas rutas apenas tienen romance, como la de Yura, y otras desperdician escenas perfectas de beso y te pone de los nervios que ni siquiera te den eso, como en la de Aoi. No sé por qué han tomado estas decisiones de hacerlo todo tan "light", pero me hubiera gustado que el romance fuera más recurrente.
En ambientación, tradiciones, ayakashis y demás está muy bien logrado y me gusta la variedad de personalidades que hay entre los personajes, no sintiendo en ningún momento que no tienen cosas únicas. Se sienten vivos y empatizas con ellos y sus metas y motivaciones. En algunas rutas usa mucho el recurso de "las vidas pasadas" de los ayakashi (como con Koga o Kuya), pero en otras no se usa prácticamente nada (como con Aoi o Ginnojo)
La fusión juego de cartas + historias otome me parece acertada y es un formato que está tomando fuerza (la mayoría de juegos nuevos son así), aunque tener que estar haciendo misiones y tal para desbloquear los capítulos a veces se hace un poco pesado.
Ranking de chicos:
(+) Koga - Aoi - Ginnojo - Yura - Kuya (-)
El libro dos, con nuevos personajes, está a la vuelta de la esquina y estoy deseando leer las rutas de Gaku, Toichiro y Shizuki, por ejemplo. Espero que la historia de base varíe y nos den algo nuevo e interesante.
¡Nos leemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario