Primero hablaremos de la historia
común a los chicos y luego
de sus rutas personales.
común a los chicos y luego
de sus rutas personales.
Como pasaba en el caso anterior, primero tenéis que leer el libro I: Twilight, dedicado a 5 personajes:
Toichiro - Shizuki - Gaku - Oji - Kuro
Tiene 45 capítulos en total, cada uno desbloqueado con una llave que obtendréis subiendo de nivel o con recompensas.
Una vez hecho esto, tendréis acceso al libro II, es decir, a la conclusión romántica de la historia, centrándose en uno de los 5 chicos anteriores. Desde el capítulo 46 al 67 más un Epílogo, disfrutaréis de la ruta del chico elegido, abriendo cada capítulo con una llave, como antes. Cada ruta tiene 2 ilustraciones.
LIBRO I: TWILIGHT (SPOILERS)
Tras el prólogo, que es común para todas las rutas y libros, comienza una nueva historia, diferente del libro anterior y no sólo porque los ayakashi con los que la antepasada de Futaba hizo los contratos ahora son diferentes. Por suerte, hay bastantes cambios que nos hacen interesarnos más y no tener pereza de releer.
En esta historia, tras salvar al padre de Futaba, esta (junto a Tatsuomi) es atacada por una mujer de hielo (yuki onna). Es Toichiro quién los salva y borra la memoria de Tatsuomi para que no se involucre con los ayakashi. Futaba descubre sus poderes como onmyouji y que escucha cascabeles cuando se encuentra con ciertas personas.
Es Gaku quién le cuenta finalmente lo que ocurre y sobre los contratos con los ayakashis. Así que Futaba decide reunirlos a todos, pues Toichiro le pide (a cambio de haberla ayudado) que aumente su poder para deshacer un sello en sus poderes que le puso su antepasada. Para ello, debe eliminar espíritus y reforzar sus lazos con los ayakashis. Además, Toichiro ha mandado a Europa al padre de Futaba para protegerlo y que ella pueda centrarse en sus nuevos poderes.
Así, Futaba va conociendo a los ayakashis... lo que no pasa desapercibido al ejército y Kyonosuke le pide que colabore con ellos para erradicar a los espíritus que están controlando a la gente. Al final accede, pero con la intención de usar ellos también al ejército.
Tras su primera patrulla juntos, Futaba se desmaya y tiene una visión de su antepasada, donde se ve un muchacho muriendo. Gaku le cuenta entonces que existen dos varas con cascabeles y que la que tiene ella ahora perteneció al hermano mellizo de su antepasada. En el antiguo Japón era una desgracia que nacieran gemelos, más cuando eran chico y chica, por lo que su antepasada tuvo que fingir ser un niño en su infancia. Cuando ya no pudo hacerlo más, la llevaron a las montañas... lo que hizo que se librara de una maldición que echaron a su familia y por la cual murieron, prendiendo fuego a la capital. Su hermano, en sus últimos momentos, le pasó sus cascabeles y, con ellos, los contratos con sus ayakashis... cuyas reencarnaciones son ahora sus compañeros (excepto Gaku, claro) Yura le cuenta que él y otros ayakashis eran los compañeros originales de su antepasada, pero que con la vara perdida, no tendrán efecto sus contratos.
Luchando juntos, tienen que devolver los símbolos que tienen en sus cuellos a la normalidad (porque se habían puesto negros), mientras descubren que un grupo de ayakashis, liderados por Kagemaru, son los que están tras los ataques a la gente y a ellos mismos, motivados por su odio contra el gobierno. Tienen varios flashbacks del pasado y llegan a creer que el antepasado de Toichiro mató al hermano de la protagonista a sangre fría, aunque en realidad lo hizo por que él se lo pidió, porque lo habían maldecido.
Una vez están todos los sellos restaurados y el grupo unido contra Kagemaru, este roba la vara de cascabeles de la protagonista...
LIBRO II: LOVERS
Cuidado, SPOILERS!
Tras el prólogo, que es común para todas las rutas y libros, comienza una nueva historia, diferente del libro anterior y no sólo porque los ayakashi con los que la antepasada de Futaba hizo los contratos ahora son diferentes. Por suerte, hay bastantes cambios que nos hacen interesarnos más y no tener pereza de releer.
En esta historia, tras salvar al padre de Futaba, esta (junto a Tatsuomi) es atacada por una mujer de hielo (yuki onna). Es Toichiro quién los salva y borra la memoria de Tatsuomi para que no se involucre con los ayakashi. Futaba descubre sus poderes como onmyouji y que escucha cascabeles cuando se encuentra con ciertas personas.
Es Gaku quién le cuenta finalmente lo que ocurre y sobre los contratos con los ayakashis. Así que Futaba decide reunirlos a todos, pues Toichiro le pide (a cambio de haberla ayudado) que aumente su poder para deshacer un sello en sus poderes que le puso su antepasada. Para ello, debe eliminar espíritus y reforzar sus lazos con los ayakashis. Además, Toichiro ha mandado a Europa al padre de Futaba para protegerlo y que ella pueda centrarse en sus nuevos poderes.
Así, Futaba va conociendo a los ayakashis... lo que no pasa desapercibido al ejército y Kyonosuke le pide que colabore con ellos para erradicar a los espíritus que están controlando a la gente. Al final accede, pero con la intención de usar ellos también al ejército.
Tras su primera patrulla juntos, Futaba se desmaya y tiene una visión de su antepasada, donde se ve un muchacho muriendo. Gaku le cuenta entonces que existen dos varas con cascabeles y que la que tiene ella ahora perteneció al hermano mellizo de su antepasada. En el antiguo Japón era una desgracia que nacieran gemelos, más cuando eran chico y chica, por lo que su antepasada tuvo que fingir ser un niño en su infancia. Cuando ya no pudo hacerlo más, la llevaron a las montañas... lo que hizo que se librara de una maldición que echaron a su familia y por la cual murieron, prendiendo fuego a la capital. Su hermano, en sus últimos momentos, le pasó sus cascabeles y, con ellos, los contratos con sus ayakashis... cuyas reencarnaciones son ahora sus compañeros (excepto Gaku, claro) Yura le cuenta que él y otros ayakashis eran los compañeros originales de su antepasada, pero que con la vara perdida, no tendrán efecto sus contratos.
Luchando juntos, tienen que devolver los símbolos que tienen en sus cuellos a la normalidad (porque se habían puesto negros), mientras descubren que un grupo de ayakashis, liderados por Kagemaru, son los que están tras los ataques a la gente y a ellos mismos, motivados por su odio contra el gobierno. Tienen varios flashbacks del pasado y llegan a creer que el antepasado de Toichiro mató al hermano de la protagonista a sangre fría, aunque en realidad lo hizo por que él se lo pidió, porque lo habían maldecido.
Una vez están todos los sellos restaurados y el grupo unido contra Kagemaru, este roba la vara de cascabeles de la protagonista...
LIBRO II: LOVERS
Cuidado, SPOILERS!
TOICHIRO
Toichiro es un kitsune, un espíritu zorro, pero peculiar, porque tiene nueve colas. Una de ella fue sellada durante su vida pasada, así que actualmente no la tiene tampoco. Proviene de una familia poderosa, siendo su padre el jefe de su aldea kitsune, escondida de los humanos. Tiene varios medio hermanos y todos comparten el subfijo "ichiro" al final de su nombre, aunque es algo que suele ponerse a los primogénitos, ya que significa "primero". Esto es porque su padre quería que lo sucediera el más adecuado, no el primero en nacer. Toichiro es amado por su pueblo, pero su relación con su familia es más complicada. Sin embargo, desea romper el sello de su cola para poder ser el siguiente líder.
Toichiro es seguro de sí mismo, sarcástico y le gusta bromear con todo el mundo, pero especialmente con Futaba. Es muy difícil saber qué está pensando, pues esconde sus sentimientos e intenciones tras una media sonrisa y ojos juguetones. Shizuki es su mayordomo fiel, pues lo salvó cuando huyó del grupo de ayakashis con los que malvivía cuando atacaron la aldea de los kitsune. Aunque parece que sólo busca su propio beneficio en todo y con todos, en realidad se preocupa por los que lo rodean. Se lleva bastante mal con Gaku y siempre están en un tira y afloja con diferencias de opiniones en todo.
Durante su historia, encuentran el trozo de una roca poderosa en su batalla con Kagemaru y que pertenecía a la aldea de Toichiro, por lo que van a esta. Futaba los acompaña como amante de Shizuki, para que no sospechen de sus vidas pasadas y su relación con el sello de la cola de Toichiro. Descubrimos la difícil relación de Toichiro con sus hermanos, quienes han estado luchando entre ellos para ser los siguientes líderes. Toichiro tenía un hermano a quién no le interesaba esta lucha y decidió apoyarlo, siendo como era un kyubi. Esto lo llevó a la muerte en un enfrentamiento posterior. Además, el senkitai (el grupo de ayakashi de Kagemaru) ataca la aldea ayudado por uno de los hermanos de Toichiro para tratar de robar una poderosa piedra, por la que también han luchado los tengu.
Como la protagonista no tiene su vara, tiene que buscar otras formas de luchar y ayudar, aunque pasa la mayor parte del tiempo con Toichiro, mientras aseguran la piedra y vencen al senkitai. En la batalla final, Toichiro logra romper brevemente el sello de su cola, mostrando todo su poder, al haberse reforzado su vínculo con Futaba y los demás y al haber descubierto la verdad sobre su otra vida y su relación con el hermano de Futaba.
Al final, Toichiro se da cuenta de lo importante que es Futaba para él y cómo desea estar a su lado. Así que, tras reconstruir la aldea y como todavía no se convertirá en su líder, decide volver a la capital para estar juntos.
Mi opinión: esta es la primera ruta disponible de este libro II, así que no me quedaba más opción que empezar por ella XD No es que Toichiro me desagrade como personaje, todo lo contrario, y habría acabado jugando su ruta antes o después. Pero Gaku es mi preferido, así que me dio rabia que no fuera de los primeros.
Volviendo al tema, Toichiro es de los personajes que hay que tomarse con cuidado. Nunca sabes lo que piensan o están tramando y les gusta chinchar y gastar bromas a la protagonista. Después su historia ha resultado ser rica e interesante, así que no se queda sólo en un picarón graciosillo, cosa que se agradece. Ya desde el libro I, se veía que Toichiro sería un personaje bien construido y me alegra que no se haya quedado corto en su propia ruta.
Me ha gustado especialmente el momento tierno donde Futaba le dice a Toichiro que no es tan superficial y pasota como hace creer, puesto que su relación con Koga y Kuya, con Shizuki y los demás no es sólo por conveniencia o porque gane algo a cambio, sino que realmente los considera sus amigos. Aquí Toichiro muestra un poco de debilidad y lo que está en su corazón, momento en que ves que realmente conecta con Futaba más allá de porque quiere que libere su sello. Como ocurrió con Koga, este queda intacto al final de la historia, por lo que no sabemos cómo lo quitará Futaba.
En cuanto al romance... me ha parecido algo flojo, en el sentido de que hay solo un par de escenas donde realmente puedes entender que sienten algo más que compañerismo o amistad. El epílogo me pareció... ¿ñoño? porque lo único que hacen es decirse que quieren estar juntos y se abrazan, punto. Para un personaje como Toichiro, me esperaba algo más, la verdad. Ha quedado en el comienzo de la relación, más que sentir que realmente eran una pareja. Tengo la sensación de que se han centrado demasiado en la aldea, el senkitai, la piedra mágica, el sello de la cola y sus antiguas vidas y el romance se ha quedado olvidado en un rincón. No quiere decir que no haya disfrutado la historia, porque creo que está muy bien contada y que tiene muchas cosas interesantes, pero como historia otome romántica... ha habido rutas más potentes.
SHIZUKI
Es la versión masculina de la "mujer de las nieves" o yuki onna. Ya nos han hablado de su pasado, sobre todo en la ruta de Toichiro, contándonos que de pequeño estaba solo y que se unió al Senkitai, aunque no compartía sus metas. Cuando falló en su misión de matar al líder de los kitsune y sus compañeros lo abandonaron, conoció a Toichiro, a quién juró servir desde entonces. Toichiro se mete mucho con él, pero valora su confianza y lo trata como a un igual. Shizuki no dejará que nadie se interponga en los deseos de su señor y hará todo lo necesario para protegerlo.
Es un hombre muy serio y recto, que pocas veces muestra sus emociones y trata a todo el mundo con la mayor educación, lo que también puede interpretarse como que mantiene las distancias. A pesar de que le gusta beber alcohol, nunca lo dejan, pues parece que su personalidad cambia radicalmente cuando se emborracha.
Durante su historia, descubrimos más sobre su relación con el Senkitai, Kagemaru y su pasado. No profundizan demasiado en la parte donde pasa a servir a Toichiro, porque ya se cuenta bastante bien en la ruta de este último. Lo que sí nos cuentan es que el tío de Toichiro era el antiguo líder del Senkitai y que él fue quién inculcó a sus miembros el odio por los humanos y su gobierno, que los dejó en el olvido tras usarlos para sus fines, así como que la ley del más fuerte es la única que vale. Además, trató de poner un hechizo en Shizuki cuando era pequeño y que reaccionara con la piedra de la destrucción, volviendo locos sus poderes. Ya que, como varón de los espíritus del hielo, su poder es mucho mayor que el de las féminas y por eso sus progenitores lo abandonaron. El Senkitai ha estado usándolo para sus propios fines por esto mismo, pero el tío de Toichiro falló en su intento cuando los padres de Kagemaru lo protegieron con sus vidas. Este recuerdo le fue borrado a Shizuki y vivió mucho tiempo sin saber qué pasó realmente. El supuesto hechizo vinculado a la piedra es usado por Shizuki en contra de Kagemaru y los suyos y se infiltra en sus filas para tratar de detenerlos cuando Kagemaru no deja de invitarlo de vuelta. Aunque lo tacha de traidor (debido a que cuando Kagemaru fue a rescatarlo de la aldea de los kitsune, Shizuki lo rechazó), siguen teniendo un vínculo, hasta el punto de llegar a luchar a muerte al final de la ruta.
En todo este tiempo, la protagonista ha tenido un papel importante en la vida de Shizuki, preocupándose por él y siendo a ella a quién Shizuki confía la seguridad de Toichiro (su persona más importante) cuando se marcha al Senkitai.
Mi opinión: aunque los estoicos y fríos (nunca mejor dicho XD) como Shizuki no son de mis favoritos, la verdad es que tenía ganas de jugar su ruta. Había visto mucho de él en otras rutas y me picaba la curiosidad cómo le afectaría una relación más íntima y cercana con Futaba. Y la verdad es que ha superado mis expectativas. La ruta se me ha hecho muy corta, pero muy interesante y disfrutable. Todo el pasado de Shizuki con el Senkitai, su relación difícil con Kagemaru, su trágica infancia por sus poderes y cómo encontró un hogar junto a Toichiro me ha parecido muy bien hilado y te mantiene siempre con ganas de saber qué pasará.
En el aspecto romántico, tengo que decir que me ha gustado mucho la conexión natural y paulatina que han ido creando Shizuki y Futaba, con varios momentos muy tiernos, especialmente cuando Shizuki le habla de su pasado o le pide que proteja a Toichiro en su ausencia. He visto a la Futaba de esta ruta más decidida, más fuerte y con más coraje que en otras, protegiendo activamente a sus compañeros y ganándose su confianza. No la hemos visto en un proceso de aprendizaje de sus artes, sino que con lo que ya sabía, se ha defendido bastante bien. Me han gustado los tira y afloja que tenían cuando se ponían sentimentales, haciendo que Futaba pensara que Shizuki era "injusto" cuando la arrinconaba emocionalmente y ella sentía que no le quedaba otra opción que seguirle la corriente... de muy buena gana, todo hay que decirlo ^^ Y es que Shizuki ha resultado ser bastante más apasionado y posesivo de lo que podría parecer en un principio, hasta el punto de que él solito tiene tres escenas de beso en su ruta, mientras que otros personajes no tienen ni una T.T
Realmente no tengo ninguna queja sobre la historia, Shizuki o Futaba... quitando, tal vez, el epílogo, donde Futaba, abrumada por la confesión de Shizuki, ha estado evitándolo y no sabe cómo enfrentarse a él. Habiendo visto cómo era ella durante toda la ruta, me resultó algo raro verla de repente así, aunque no es que no comprenda sus sentimientos. Shizuki tiene mucha más experiencia que ella y sabe moverse mejor en el terreno amoroso, por lo que ella no entiende por qué la ha elegido. Aunque más o menos lo arreglan, me dio la sensación de que Futaba todavía se quedaba con dudas internas y, de hecho, ella no le dice claramente sus sentimientos en ningún momento. Aunque por parte de Shizuki he visto claramente el apego y el cambio al amor que acaba sintiendo por Futaba, tal vez en ella ha faltado un empujoncito más para resultar más sólido y creíble.
KURO
Siempre ha sido el más animado, sonriente, amable y feliz de toda la banda, llevándose bien con niños y con todo el mundo, poniéndoles siempre una sonrisa en el rostro como la que él lleva. Es muy amigo de Ginnojo, al que suele visitar todos los días en la librería y también pasa tiempo con Oji y Aoi. Forma parte de un circo y se le suele ver en el parque practicando sus trucos con los niños, quienes lo adoran.
Su mayor secreto es el tipo de ayakashi que es, pues nadie de sus nuevos amigos lo sabe... excepto Gaku y Yura, que conocieron a su antepasado. Por eso, bajo esa sonrisa perenne y ese buen humor contagioso, se esconde un miedo y un pasado doloroso que no deja ver a nadie por temor a que se repita.
Durante su historia, el raiju toma mucho más protagonismo que en las otras dos. Y es que Kuro se ve muy representado por su situación tras haberlo liberado de su sello en su pelea con el Senkitai. Esto, por supuesto, tiene mucho que ver con la verdadera identidad de Kuro, con qué tipo de ayakashi es, un secreto que ha sido bien guardado a lo largo de las demás historias. Kuro y Futaba desean que la gente no ataque al raiju, especialmente el ejército, quién crea incluso una fuerza especial para ir a matarlo por considerarlo una amenaza para la población. Kuro desea demostrar que raiju en realidad solo está asustado y desorientado después de haber estado sellado tanto tiempo y que solo se está defendiendo. Las cosas se complican cuando aparece un soldado que conoce a Kuro y lo llama monstruo, aludiendo que atacaron una aldea por su culpa. Aunque se ve atacado, a Kuro no le importa lo que le pase a sí mismo, con tal de que sus amigos estén bien. Así, cuando acorralan a raiju y quieren matarlo, Kuro lo protege. Futaba sale herida en el proceso, por lo que Kuro cambia a su verdadera forma para salvarle la vida... Kuro en realidad es un Nue, una criatura de una raza casi extinguida que tiene la cabeza de un mono, el cuerpo de un tanuki, las patas de un tigre y una serpiente como cola (aunque Kuro tiene dos).
Al despertarse y verlo así, Futaba no lo reconoce y se asusta, por lo que, mientras se cura en su casa, Kuro desaparece durante un tiempo, creyendo que ella ya no lo querrá a su lado. Ambos se sienten culpables de sus reacciones, pero necesitan de la ayuda de sus amigos para hablar y darse cuenta del malentendido.
Al final, Kuro y Futaba logran convencer al raiju para que se aleje de la capital, donde nadie lo atacará y engañan al ejército para que crean que ha muerto y ya no es una amenaza. Por otro lado, el soldado amigo de Kuro descubre que él no atacó la aldea y hasta lo defiende delante de sus compañeros. Por otro lado, Kuro y Futaba, unidos cada vez más por los acontecimientos, se confiesan sus sentimientos.
Mi opinión: para mi gusto, Kuro no es de mis favoritos, ni por estética ni por personalidad. Sí, es el personaje mono, feliz y que da buen rollo al grupo, pero lo vería más como amigo que como pareja. Siempre ha dado la sensación de ser de esos personajes que guardan secretos oscuros o muy tristes, así que esa era mi curiosidad para leer su ruta. Ha sido de los personajes más misteriosos a la hora de desvelar qué tipo de ayakashi es y sólo nos dan alguna pista en este libro cuando aparece su antepasado y vemos que es algún tipo de quimera. El diseño de su verdadera forma como nue me acabó gustando mucho, aunque su diseño como humano no del todo.
Tengo que reconocer que su historia, tan centrada en el raiju y el ejército no ha estado mal, pero ha dejado de lado otras cuestiones referentes a Futaba, sus poderes y su antepasado. Lo bueno de esto es que cada ruta es diferente y no se repite tanto el mismo patrón como en el primer libro, donde Aki y su venganza siempre estaban presentes. En general me ha parecido una ruta muy tierna, siendo Kuro adorable y achuchable en todo momento. Pero no puedo dejar de verlo como un "amigo", incluso para Futaba. Aunque sus momento románticos al final estuvieron muy bien llevados (ya parece que los escritores han decidido meter besos para todos... aunque un poco tarde para los pobre Koga y Aoi).
Como digo, no es de mis personajes favoritos ni tampoco lo ha sido su historia, pero tampoco me ha disgustado ni decepcionado. Kuro tiene la suficiente profundidad como personaje como para ser carismático, para que empatices con él y se te ablande el corazón por su historia, así que muy bien en esos aspectos.
OJI
Es un demonio de 100 ojos y en su forma de ayakashi, esos ojos aparecen pintados en su cuerpo. Es el madurito del grupo, dueño del café (aunque en realidad sirven más bien leche y comida) Raccord. Lo único que sabe cocinar es omurice (tortilla de arroz), a la que los chicos están muy aficionados. Aunque es el jefe, en realidad es Aoi quién lleva el negocio y lo pone a trabajar, porque Oji tiende a vaguear y escaquearse siempre que puede. Le gusta fumar y charlar con los clientes y, aunque no le gustan los largos sermones de Aoi, en realidad lo aprecia mucho.
Aunque no es, ni de lejos, el que tiene más edad de todos (Gaku y Yura se llevan la palma a pesar de su aspecto), siempre se refiere a sí mismo como "un señor mayor" que ya no está en edad para según qué cosas. Y es que ha vivido más de cien años, por lo que tiende a cuidar a de los demás casi naturalmente.
Durante su historia, vemos cómo Oji se preocupa mucho por Futaba y lo que está sucediendo con el senkitai y las personas poseídas. Recordemos que Oji iba a escondidas a solventar estos problemas y es que, debido a sus poderes como ayakashi, es capaz de ver cosas que incluso otros ayakashi no son capaces de ver. De hecho, descubrimos que ha recuperado recuerdos de su antepasado, el ayakashi que sirvió a la reencarnación de Futaba. Ahora, esos recuerdos y sentimientos asociados se han fusionado con él y ya no sabría distinguir cuáles son suyos y cuáles no. Es por eso que, cuando recuerda a la amante de su antepasado y su terrible muerte, descubrimos el por qué Oji tiene ese aire triste y pensativo a veces. Hay un momento en que cuenta a Futaba que esa mujer murió porque tuvo la esperanza de poder vivir su amor con ella, pero fue asesinada por la gente que no veía bien su relación. Así, Oji siente como suyos ese amor y esa pena y culpabilidad por no protegerla, llegando a arrepentirse de haber sido egoísta en amarla y llevarla a su muerte.
Mientras tanto, Aki vuelve a hacer su aparición en la historia, al principio haciéndose el bueno, pero luego tratando de que Futaba se haga más fuerte para sus propios planes. Así, le enseña cómo purificar a los fantasmas y le habla del más poderoso, donde está atrapada la amante de Oji. Le da una muñeca para que pueda hablar con ella una última vez y tratar de salvarla... aunque al final no sale nada bien y se ven obligados a purificarla (lo que significa que su alma no reencarnará nunca). Oji queda bastante afectado, pero por lo menos su conciencia está más tranquila después de saber que ella fue feliz y le agradece que la amara.
Por este tiempo, Futaba ha ido descubriendo sus sentimientos hacia Oji y cómo se sentía celosa de su "relación" con esa mujer. Así, cuando la situación se calma, casi se confiesa a Oji, pero él la detiene y le dice que siempre será su compañera y la apoyará... sólo que esa respuesta viene dada porque Oji piensa que no puede ser feliz y que podría volver a ocurrir lo mismo que en su pasado, afectando a sus personas queridas.
Al final, Futaba descubre que Aki le puso un hechizo por usar la muñeca y este la controla para hacer su ritual... sólo que Oji y los demás lo detienen a tiempo y la salvan. Lo malo, es que el ejército aparece buscando un culpable por la gente poseída y Oji se entrega para salvarlos a todos. Está dispuesto a dar su vida para proteger a sus seres queridos... pero no contaba con que ellos opinan lo mismo de él y logran demostrar su inocencia. Así, Oji no tiene más remedio que aceptar que es querido y merece ser feliz... junto a Futaba.
Mi opinión: entre la perillita y el constante desprestigio al que se somete él mismo por ser "mayor", es el vivo retrato de los maduritos de los juegos otome. Y qué queréis que os diga, a mí estos personajes me gustan y me da rabia que, porque pasan de los treinta y tantos ya se consideren "viejos" para hacer ciertas cosas. Vale, es verdad que Oji tiene más de cien años, pero mira Gaku o Yura, que tienen diez veces más años y van tan contentos por la vida con sus formas de niños.
Oji siempre estuvo alto en mi ranking de favoritos, aunque su actitud de "es como ya tengo una edad..." siempre me fastidia, y ya me ha pasado con otros muchos personajes similares. Quitando eso, me ha parecido un personaje muy bien construido y fiel a lo que habíamos visto hasta ahora en otras rutas. Oji ha vivido mucho y, como Aoi, sufre por su poder, hasta el punto de hacer suyos recuerdos y sentimientos de una vida que nunca vivió... y aceptándolo como algo inevitable. Pero Oji es maduro, tierno y frágil al mismo tiempo, con ese aire de hermano mayor o incluso padre, preocupándose por los demás a su manera, haciendo bromas, dejando que los jóvenes disfruten, mientras hace el vago en el café o es regañado por Aoi... pero siempre pendiente y siempre dispuesto a prestar su ayuda. No sé, es de ese tipo de personajes secundarios de los animes que son super buenos y siempre apoyan a los protas, pero casi nunca tiene el foco sobre él. Así que he quedado muy contenta con la ruta que le han dedicado.
Con respecto a la parte romántica, ya me olía un poco que Oji no iba a aceptar los sentimientos de Futaba al principio. Sobre todo por la diferencia de edad y por que él es un ayakashi... pero luego además por los recuerdos de ese amor frustrado. Que no fue suyo y no lo vivió y no fueron sus errores, pero creo que siente que es una lección, un aviso, de que a él podría pasarle lo mismo... ¿eso significa que tiene que cerrarse a la felicidad por miedo a algo que es incierto? Bueno, él pensaba que sí, así que me alegra ver que Futaba logra romper ese cascarón y meterse dentro. Me ha gustado mucho la fortaleza que muestra ella en esta ruta, la seguridad que tiene en sus sentimientos y que no se preocupa por la edad o porque él es ayakashi... Simplemente acepta lo que siente y que, aunque él no la correspondiera, seguiría sintiéndolo igual. Ha sido refrescante, sobre todo porque ella misma excusa sus acciones para darlo todo por Oji como egoísmo, para ser ella feliz... aunque eso significa que él debe estar a su lado. La verdad, aunque físicamente parecen pegar poco, creo que hacen una estupenda pareja. No de mis favoritas, tal vez, pero sí he sentido ese acercamiento, ese florecimiento de sentimientos, esa chispa...
Lo que más me ha gustado ha sido conocer más profundamente a Oji, su humanidad, que no es perfecto y que sabe que se equivoca, pero eso no le quita que esté dispuesto a sacrificarse por sus seres queridos. Me ha parecido un personaje muy bien construido y le he tomado más cariño aún. ¡Pero que deje de considerarse un viejete, como bien le dice Gaku! XD
GAKU
Hermano gemelo de Yura y tsukumo-gami de un tambor. Su amor incondicional por su hermano viene dado, además de por los muchos cientos de años que llevan juntos, por el lazo que los une a través de la maldición de Yura... pues fue a Gaku a quién se la echaron realmente.
Le encantan las cosas picantes y le pone wasabi a casi todo. Se encarga siempre de que su hermano tenga dulces cuando los necesita, tratándolo con mucho respeto y adoración. Además, es un genio para la maquinaria y se gana la vida haciéndose pasar por el ayudante de Kakyu, arreglando todo tipo de artefactos en la ciudad. En realidad los arregla él, pero con su aspecto de niño, así levanta menos sospechas. Siempre dice que su aspecto le da igual, siempre que sea el mismo que el de Yura, aunque reconoce que le es más fácil moverse y hacer cosas siendo adulto.
Durante su historia, Futaba es brevemente secuestrada por Akiyasu para hacer su ritual para revivir a su padre, pero sus compañeros la salvan y logran derrotar al fantasma poderoso que Aki había liberado. Desde ese momento, Futaba empieza a tener sueños y recuerdos de su otra vida, acercándola a su hermano de entonces y viendo más de los gemelos Tsukumo-gami. Parecía llevarse especialmente bien con Gaku, aunque siempre estaban peleando por ver quién tenía el mejor hermano XD La división entre su antecesora y Futaba se va diluyendo con cada sueño vivido, lo que finalmente le permite recordar las promesas que hizo con Gaku. Primero, encontrar la llave para acabar con la maldición de Yura y segundo ser la primera en escucharlos tocar sus instrumentos.
Sin embargo, Doman, quién puso la maldición en Gaku (recordemos que su cuerpo no podía soportarla y por eso Yura la acogió en su cuerpo a cambio), reaparece y ve que incluso Yura está sucumbiendo a la maldición. Para él son simples experimentos, así que no tiene ninguna piedad y se divierte viendo el resultado de su maldad.
Cuando Akiyasu escapa de la cárcel y quiere volver a crear un fantasma poderoso, Futaba y los demás logran detenerlo, pero Yura está tan débil que vuelve a ser una simple flauta, incapaz de mantener su forma humana. Por otro lado, el tambor de Gaku emite una canción de muerte cuando lo toca... pero eso no significa que la maldición ahora esté en él. Gaku y Futaba deciden usar la llave (que aparece en el brazo de la protagonista, pues su antepasada la grabó en su propia alma hasta que llegara el momento adecuado de usarla), pero Doman los intercepta y no pueden eliminar la maldición. Al verse sin su hermano, Gaku también pierde su forma humana y todos piensan que ha desaparecido. Al fin y al cabo, un tsukumo-gami existe por el amor de sus dueños y su voluntad para recibirlo y un mundo sin Yura es uno donde Gaku elige no vivir.
Futaba no quiere rendirse aún, viendo que la llave sigue en su cuerpo, pide ayuda a los demás y lo intenta de nuevo. Esta vez, es recibida por un Yura oscuro, consumido por su dolor y por muchos años vividos con la maldición, pues esta le obligaba a tocar la canción de la muerte y ha matado a muchos animales con ella. Gaku aparece de nuevo y Yura lo invita a quedarse con él allí para siempre. Futaba se niega, diciendo que eso no es lo que querría el verdadero Yura, el cuál se contentaba con sufrir en silencio mientras Gaku pudiera sonreír. Al final, Gaku y ella logran convencer a Yura y rompen la maldición, volviendo a la realidad.
Para cumplir la promesa que hicieron, Gaku y Yura tocan su primera canción juntos solo para Futaba y Gaku le confiesa después, que ahora ella también es alguien muy especial y que su voz hizo que quisiera seguir existiendo. No sólo ha cumplido su promesa de liberar a su hermano, sino que lo que siente por ella es más fuerte que lo que sentía por su antepasada.
Mi opinión: me encanta Gaku desde el comienzo del juego. Junto con Koga, es de mis super favoritos, así que tenía muuuuuchas ganas de jugar su ruta. Lo hemos visto con más o menos protagonismo en las rutas anteriores, pero todo lo que se ha contado de él, su personalidad y sus acciones siempre me han gustado. Su forma adulta me parece increíblemente atractiva ^^
Mi opinión: me encanta Gaku desde el comienzo del juego. Junto con Koga, es de mis super favoritos, así que tenía muuuuuchas ganas de jugar su ruta. Lo hemos visto con más o menos protagonismo en las rutas anteriores, pero todo lo que se ha contado de él, su personalidad y sus acciones siempre me han gustado. Su forma adulta me parece increíblemente atractiva ^^
Y su historia no ha decepcionado ni un poquito. La de Yura también toca mucho la maldición, como es lógico, pero en esta vemos su final real, cuando Futaba logra romperla. Me ha gustado mucho cómo han ido metiendo los recuerdos y sueños de la otra vida de Futaba y cómo esta se veía a veces en conflicto consigo misma por ello. Es desde que ve cómo Gaku la abrazó en el pasado que empieza a verlo de otra forma y hay veces que hasta siente celos su otro yo XD De hecho, al final hasta le pregunta a Gaku si la quiere más que a su antepasada. Él simplemente le dice que es diferente, que con su otro yo nunca quiso ser más que amigos, pero con ella sí... buah, es que es tan directo XD Futaba se queda más de una vez a cuadros con lo sincero que es, esté frente a quién esté y cómo usa su forma adulta para acercarse románticamente a ella porque sabe que la pone nerviosa y porque no quiere que el resto del mundo (ni ella) piense que es su hermano pequeño XD
Ha habido mucha tensión y drama al final, sobre todo con la escena donde, tras fallar la primera vez en liberar a Yura de la maldición, Gaku simplemente pierde las ganas de vivir y se convierte en un tambor en brazos de Futaba T.T Y la parte romántica también me ha encantado, incluido el epílogo y el soneto (que se compra con la llave rosa), pudiendo leer (que no ver en cgs) bastantes besos. De hecho me había estado reservando una llave sólo para Gaku, sin importar cuánto tardaran en sacarlo. En cierto modo, yo también he estado esperando por él XD Esa es una de las frases que más calan, la verdad, cuando Gaku dice: te he estado esperando, durante mil años he estado esperando tu regreso. ¿Qué se puede decir a eso? Además, se ve cómo Gaku también es un tanto torpe, queriendo conocer más a Futaba para contentarla, igual que hace con su hermano llevándole dulces de todo tipo. Pareciera que iba a volver a estar cegado solo con él, pero Gaku no descuida su nueva relación con Futaba y se lo dice muy claramente XD
¡Eso es todo! Todavía queda un último libro y, aunque solo hay dos personajes que realmente me interesen del mismo (Nachi y Tatsu), os traeré las reseñas en el futuro.
¡Nos leemos!
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