Hoy os traigo la reseña de una película, (aunque realidad son tres cortos juntos) que vi hace poco. Netflix lo ha llevado a todo el mundo y ha sido una colaboración de estudios japoneses y chinos, concretamente CoMix Wave Films y Haoliners Animation League.
Estas tres historias están ambientadas en ciudades de China y están protagonizadas por jóvenes que tienen diferentes experiencias en el pasado, presente y futuro, teniendo el pasado un peso muy grande en los demás momentos.
"Recuerdos evocados por un cuenco de fideos, el declive de una hermosa modelo y un agridulce primer amor. Tres muestras de historias urbanas en la China actual"
Todos conoceréis el estudio que animó la hermosísima y famosa Kimi no na wa, CoMix Wave Films. Pues bien, Netflix se ha encargado de darle mucha publicidad a esta película por la participación de este estudio. Y es que su sello de calidad es difícil de pasar por alto, como ocurrió en otras de sus obras como: 5 centímetros por segundo, El jardín de las palabras o Kumo no Mukou, Yakusoku no Basho.
Sin embargo, aunque es bien cierto que su animación inconfundible está presente, hay que reconocer que Haoliners también ha dejado su huella. Personalmente no tengo muy buenas experiencias de los animes que nos han llegado del estudio chino, como: Gin no guardian, Reikenzan, Evil or live o Hitori no shita. La mayoría han quedado inconclusos y la animación y la historia han dejado bastante que desear.
Así que, ¿qué ha salido de esta mezcla de estilos? Vamos a verlo. Peligro, SPOILERS
Un desayuno soleado
Esta primera historia nos transporta hasta Beijing, donde Xiao Ming ha crecido en su pequeño pueblo desayunando con su abuela fideos de un puesto tradicional cercano a su casa. En esta época, creó multitud de recuerdos y vivió y vio cosas que quedaron grabadas en su mente, aunque podrían parecer vanas o demasiado comunes. El sabor y la textura únicos de los fideos hechos a mano, la sonrisa de su abuela, el pelo al viento de una chica que pasa en bicicleta y que será su primer amor (aunque nunca habló con ella), el silencioso matrimonio del puesto de fideos que sólo servía un plato en su carta... todo esto, aunque trivial, dejó profundos sentimientos en él. Sentimientos que afloran aún más ahora que se ha mudado a la gran ciudad, que los fideos ya no saben como antes y no llevan tantos alimentos de calidad, que el puesto de fideos cerró y cambió de dueños varias veces... ahora que su abuela está enferma. Al regresar a su pueblo natal, llega justo a tiempo de ver a su abuela por última vez y vuelven a asaltarle todas esas cosas que dio por hecho de pequeño, pero que ahora ya no están... dándose cuenta de cómo ha pasado el tiempo, de que él ha cambiado y el mundo también.
Mi opinión: Visualmente es una maravilla. Está claro que es donde el estudio CoMix Wave Films ha trabajado más. Sólo hay que ver las imágenes de la comida para casi olerla y que empiece a sonarte la barriga de hambre. Aunque es la más corta de las historias y no profundiza demasiado en los personajes, da un mensaje muy emotivo y sencillo de entender. La vida cambia a cada paso que damos y no sólo cambiamos nosotros, si no también lo que nos rodea. "Las buenas cosas se están perdiendo", se podría llegar a decir sobre ese sentimiento de globalización y modernización de todo, donde la comida ya no tiene ese sabor de la abuela, todo está centrado en las ganancias, todo se ha mecanizado y acelerado y pasamos por todo rápido y sin prestar atención, perdiendo de vista lo realmente importante, la esencia de las cosas. Es por toda esta remembranza y sentimiento de la infancia, cuando todo se veía desde otra perspectiva, por lo que me ha gustado tanto, además del aspecto visual. Lo único que no me gustó fue que el chico llegara junto a la cama de su abuela, intercambiaran dos palabras y ella falleciera de inmediato. No terminó de emocionarme tanto como debería, debido a las prisas.
Esta primera historia nos transporta hasta Beijing, donde Xiao Ming ha crecido en su pequeño pueblo desayunando con su abuela fideos de un puesto tradicional cercano a su casa. En esta época, creó multitud de recuerdos y vivió y vio cosas que quedaron grabadas en su mente, aunque podrían parecer vanas o demasiado comunes. El sabor y la textura únicos de los fideos hechos a mano, la sonrisa de su abuela, el pelo al viento de una chica que pasa en bicicleta y que será su primer amor (aunque nunca habló con ella), el silencioso matrimonio del puesto de fideos que sólo servía un plato en su carta... todo esto, aunque trivial, dejó profundos sentimientos en él. Sentimientos que afloran aún más ahora que se ha mudado a la gran ciudad, que los fideos ya no saben como antes y no llevan tantos alimentos de calidad, que el puesto de fideos cerró y cambió de dueños varias veces... ahora que su abuela está enferma. Al regresar a su pueblo natal, llega justo a tiempo de ver a su abuela por última vez y vuelven a asaltarle todas esas cosas que dio por hecho de pequeño, pero que ahora ya no están... dándose cuenta de cómo ha pasado el tiempo, de que él ha cambiado y el mundo también.
Mi opinión: Visualmente es una maravilla. Está claro que es donde el estudio CoMix Wave Films ha trabajado más. Sólo hay que ver las imágenes de la comida para casi olerla y que empiece a sonarte la barriga de hambre. Aunque es la más corta de las historias y no profundiza demasiado en los personajes, da un mensaje muy emotivo y sencillo de entender. La vida cambia a cada paso que damos y no sólo cambiamos nosotros, si no también lo que nos rodea. "Las buenas cosas se están perdiendo", se podría llegar a decir sobre ese sentimiento de globalización y modernización de todo, donde la comida ya no tiene ese sabor de la abuela, todo está centrado en las ganancias, todo se ha mecanizado y acelerado y pasamos por todo rápido y sin prestar atención, perdiendo de vista lo realmente importante, la esencia de las cosas. Es por toda esta remembranza y sentimiento de la infancia, cuando todo se veía desde otra perspectiva, por lo que me ha gustado tanto, además del aspecto visual. Lo único que no me gustó fue que el chico llegara junto a la cama de su abuela, intercambiaran dos palabras y ella falleciera de inmediato. No terminó de emocionarme tanto como debería, debido a las prisas.
Pequeña pasarela de moda
Nos movemos hasta Guangzhou, donde conocemos a dos hermanas huérfanas: Yi lin y Lulu. Al morir sus padres, las hermanas se separan para vivir con familiares, hasta que Yi lin es económicamente independiente gracias a su trabajo de modelo para cuidar de su hermana. A Lulu le encanta diseñar y crear ropa, por lo que ambas disfrutan de sus pasiones juntas. Sin embargo, Yi lin ha estado cada vez más centrada en el trabajo y ha ido olvidando pasar tiempo con su hermana. Es cuando aparece una modelo más joven y bella que ella, siente que su mundo se tambalea y le surgen dudas que afectan aún más a su vida familiar. Aunque Lulu está ahí para ella, Yi lin está cegada y ni su manager ni su hermana parecen llegar realmente a ella... Hasta que finalmente, Yi lin encuentra su respuesta y ve todo lo que ha estado abandonando y todo lo que no ha estado mirando realmente... y es que tiene a gente que la quiere, la apoya y está a su lado pase lo que pase.
Mi opinión: Esta ha sido la que menos me ha llegado de las tres historias. Y no porque no sea bonita ni tenga un mensaje adecuado; sólo no ha despertado en mí los mismos sentimientos que la primera, por ejemplo. La animación comienza a cambiar claramente, viéndose más el trabajo del estudio Haoliners, por lo que la calidad baja bastante. Lo que sí me ha gustado es cómo resuelven la relación de las hermanas, que de por sí lo tienen difícil al no tener más familia para apoyarlas. La hermana mayor parece echarse todas las responsabilidades a los hombros, convenciéndose de que está trabajando duro para que su hermana pueda relajarse y estudiar lo que quiere, obviando que Lulu también está trabajando duro por su sueño, a la vez que la apoya. El manager de Yi lin, Steve, me parece un personaje muy acertado y el que realmente le canta las cuarenta a Yi lin para que abra los ojos. Por otro lado, nos muestran la crudeza y los cambios rápidos en el mundo de la moda, donde puedes llegar a lo más alto, pero será algo breve, porque siempre aparecerá alguien más joven y prometedor que tú o te harás mayor o perderás la forma física.
Amor en Shanghai
Como dice el título, la historia se desarrolla en Shanghai, en los años noventa. La protagonizan 3 estudiantes que son amigos y pasan el tiempo juntos, sin más preocupaciones que los estudios y las relaciones entre ellos. Pronto podemos ver que la relación entre Limo y Xiao Yu es algo especial... floreciendo el amor adolescente. Entran entonces en juego las expectativas del futuro, dónde estudiarán y qué desean ser de adultos, teniendo la familia un peso importante en dichas decisiones. Los tres amigos comienzan a intercambiar cintas de casette con mensajes, a veces con bromas, a veces con pensamientos difíciles de decir cara a cara. Xiao Yu está muy presionada por su padre para que vaya a una buena universidad lejos de casa... lo que aviva los miedos de Limo de perderla y decide ir a la misma universidad que ella. Una última cinta de Xiao Yu queda olvidada en una caja, mientras Limo dedica todo su tiempo a estudiar. Logra pasar el difícil examen, pero cuando va a ver a su amiga, descubre que está en el hospital porque su padre le ha pegado por no pasar el examen... Después no hay vuelta atrás y Limo se muda con su familia para ir a la universidad. Habiéndose hecho arquitecto, años después descubre la cinta olvidada, con un mensaje de Xiao Yu que, de haberlo escuchado en su día, podría haberlo cambiado todo...
Mi opinión: Es la más larga de las tres y la que tiene más equilibrio en animación entre los dos estudios. Aún así, la diferencia a veces es muy clara y se percibe perfectamente qué planos están hechos por cuál. Pero aparte de esto, la historia puede ser la más cercana, tratando un amor de juventud que salió mal por decisiones tomadas sin saber ni imaginar las consecuencias. Y no sólo eso, también nos muestra la situación de los 90 de China, donde las zonas rurales se iban convirtiendo rápidamente en ciudades, cómo eran las familias y qué se esperaba de los jóvenes en cada una. También hacen hincapié en la necesidad de la comunicación humana, por cintas o cara a cara, algo que no siempre es fácil o no nos atrevemos a hacer. Si Limo hubiera escuchado la última cinta de Xiao Yu habría sabido que ella no quería ir a la universidad que le decía su padre y que iba a fallar el examen a propósito. Si Limo le hubiera dicho a Xiao Yu que iba a hacer el examen por ella, tal vez no lo hubiera hecho y habría podido quedarse en su ciudad. Son tantas las posibilidades que caben en ese "y si" del que a veces no nos damos cuenta hasta años después, dejándonos todo tipo de remordimientos... Es por eso que el punto agridulce de la historia ha sido acertado, a mi entender, aunque el final sigue siendo esperanzador, dejándonos ver un rayo de luz.
En definitiva, es una buena obra para ver tranquilamente, rememorar tiempos pasados y hacer reflexiones interiores sobre nuestra propia vida. Seguro que alguna de las historias o personajes nos harán ese "clic" en la memoria, recordándonos algo querido, un suceso pasado o alguna persona importante. El apartado musical ha sido muy bonito y acertado y, aunque en el visual hay partes que cojean, tampoco es de lo peor que hay por ahí. Los fondos siempre han estado muy bien cuidados. Eso sí, no llega a la belleza o calidad de historia de Kimi no na wa, por mucho que Netflix se haya querido beneficiar de su fama para dar publicidad a esta obra.
¡Nos leemos!
¡Nos leemos!
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